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En esta autonomía de locos, los disparates parecen llover uno tras otro. El último es de tal calibre que supera a todos los anteriores : la pretensión demencial de la independencia de San Lorenzo del resto del municipio de Las Palmas. Retrotraer la historia. Naturalmente tal insensatez no prosperará, mas llama la atención el silencio de los políticos y que nadie se moleste en apagar tal pretensión , antes que se produzca otra discordia que tendría efectos catastróficos para Gran Canaria, para Las Palmas y para el propio San Lorenzo.

Como es sabido, la desaparición del municipio de San Lorenzo se produce poco después del golpe militar que llevaría a Franco al poder. El municipio de Las Palmas de Gran Canaria superaba largamente desde mucho tiempo atrás a cualquier otra ciudad del archipiélago y es el primero en rebasar en Canarias la entonces mítica cifra de 100.000 personas. En el momento de la anexión, San Lorenzo aparece exactamente con 13.929 habitantes, incluyéndose en su municipio a Tafira Alta, Monte Lentiscal, Tamaraceite, e incluso parte de Guanarteme y un buen pedazo de la playa de Las Canteras .

Y aquí aparece la gran manipulación histórica por parte de los 23 promotores del disparate. Se pretende hacer ver que la desaparición del municipio fue producto del golpe militar. Falso, la unificación era una necesidad a voces, debido a que se estaban produciendo dificultades insalvables para el crecimiento de la capital en el terreno urbanístico, comunicaciones y otros, sobre todo en Guanarteme y El Rincón.

Desde el tiempo de la República y aun antes, durante el reinado de Alfonso XIII, se había planteado el problema, que había que darle solución. Todo el mundo estuvo de acuerdo, otra cosa era, como hacerlo.

Se afirma que «la verdad a medias es la mayor de las mentiras». Es cierto que la desaparición del municipio de San Lorenzo se hizo a golpe de pistola y de forma inadecuada, como correspondía al nuevo estilo de imponer las cosas. En realidad, lo que pasó fue que con el nuevo régimen se acortaron todos los procedimientos burocráticos y administrativos: aquí se hace tal cosa porque lo digo yo. Sea como fuere, darle ahora marcha atrás a la historia no tendría sentido.

Pero vayamos a la actualidad, estamos en una democracia formal y lo que debe prevalecer es la opinión del pueblo. ¿Se han preguntado los promotores si los vecinos de la playa de Las Canteras desean que parte de nuestra gran playa vuelva a pertenecer a San Lorenzo? ¿Se aceptará que el auditorio Alfredo Kraus pase al nuevo municipio? ¿A alguno de los promotores se le ha ocurrido pensar cuál va a ser la opinión de los ciudadanos de gran parte de Guanarteme? Lo mismo los habitantes del Monte Lentiscal o Tamaraceite. ¿Con quiénes piensan contar? En el nomenclator de Canarias, que se añade a la historia de Agustín Millares Torres, todavía a 31 de diciembre de 1.970 aparece San Lorenzo, Aldea, 586 habitantes de derecho y 589 de hecho.

A lo peor, se trata de alguna trapisonda de algunos para intentar apoderarse, controlar y lucrarse de la espectacular revalorización de Guanarteme - Las Canteras . ¡ Menudo pastel ¿Qué hay detrás de tal disparate?

Voy a permitirme dar al lector una posible pista: entre las soflamas que escribe semanalmente el condestable- propietario editor y director de El Día de Tenerife don José Rodríguez, encontré uno divertidísimo titulado «Las Palmas de San Lorenzo de Gran Canaria» donde afirmaba que si Las Palmas había superado en población a Santa Cruz, era por culpa de la anexión de San Lorenzo por la capital. Y todo el mundo sabe que quien gobierna en las islas es ATI- CC., así que ojo.

Precisamente, el peligro del aislamiento y ruina de San Lorenzo pueden venir de su «independencia». Puede que sea cierto que el pueblo esté desatendido, no afirmo lo contrario. Mas en una democracia formal hay mecanismos para reclamar lo que cualquier pueblo demande y exigir se cubran con dignidad sus aspiraciones sin necesidad de inventar disparates.


Arturo Cantero - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

CANARIAS7 - 12 de Octubre de 2006

LA PROVINCIA - 27 de Octubre de 2006


NOTA: Puedes leer la réplica a este artículo, pulsa aquí.

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