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ATREVIMIENTO + DESCONOCIMIENTO = CHAPUZA

Toda persona que se precie de ser “demócrata” por encima de todo, tiene que ser respetuosa y dialogante, con las otras personas que no opinen y piensen como ella. Este es el caso que nos trae, y viene a colación y en referencia al artículo de opinión vertido en el periódico “La Provincia” del pasado viernes 27 de octubre del corriente por el Sr. Don Arturo Cantero Sarmiento, titulado: Otro desatino más: El municipio independiente de San Lorenzo.

Cualquier demócrata con sentido común y coherencia no se pondría nunca en favor de atrocidades y hechos ilegales e injustos cometidos por regímenes dictatoriales y dando como bueno que “sea como fuere” el método utilizado para alcanzar los objetivos, bien empleados están. Las misma palabras empleadas en el año 1939, por el Delegado del Gobierno de esa época, con pistola sobre la mesa, el partidista e interesado personaje Don Antonio García López que preguntó al alcalde y cuatro concejales del Ayuntamiento de San Lorenzo: ¿ustedes son falangistas? Los cuales contestaron, bajo el temor y la amenaza previa, de forma afirmativa, para seguidamente decirles “los falangistas no tienen miedo lo hecho, hecho está”; iguales o parecidas a las palabras empleadas por el mencionado dictador Don Antonio García López, son las que usted Sr. Cantero emplea en su articulo de marras, “sea como fuere”, lo hecho, hecho está, y según sus desafortunadas palabras darle ahora marcha atrás a la historia no tendría sentido. Y ante ello yo me pregunto: ¿las injusticias, las negligencias y las ilegalidades debemos aceptarlas sin más? ¿Todo un MUNICIPIO ve como se cometió una atrocidad y debe callar y aceptar la solución partidista e interesada tomada al efecto? Simplemente, según su tesis partidista, se trata de ser patriota y obediente, en aras de aceptar un hecho que se saltó todo tipo de normativa y respeto a unos ciudadanos y ciudadanas, así como a sus representantes políticos que fueron vejados y obligados por la fuerza de la sinrazón. Fíjese si se acortaron los procedimientos en el “sea como fuere” que fusilaron al alcalde, dos concejales, al secretario y a una persona a fin a los representantes del Pueblo.

¿Que pensaran a todo esto los familiares de las personas que fueron asesinadas, perseguidas y encarceladas por sus ideas tras el golpe militar del General Franco y que terminó con la existencia de un municipio independiente? ¿No tienen derecho a expresar su opinión todas aquellas personas que en su momento, y por la fuerza de las armas y del miedo, no pudieron hacerlo?.

Tacha en su artículo Sr. Cantero a los que pensamos diferente a Ud., de dementes, insensatos, manipuladores históricos, trapisondistas y lucradores, sin conocernos y sin saber nuestra trayectoria, y mucho menos la historia del municipio de San Lorenzo, pero sobre todo ello, nosotros pensamos que bien usted escribe desde su corazón y bajo el desconocimiento, o bien usted esta haciendo de la voz de su amo. De esos que han escondido y quemado parte de los documentos de la historia de San Lorenzo, de esos que en aquella época escribieron en la prensa tratando al alcalde y concejales del Municipio Constitucional de San Lorenzo de “simios” y “chanchuleros”;
de los que tacharon a las Corporaciones de San Lorenzo de forma diferente, olvidándose que también representaban a un MUNICIPIO soberano, como en definitiva hace usted, que es excluyente con todos los que no piensan como usted. Los calificativos de su forma de actuar y de escribir no los pondremos nosotros, ya lo harán las personas que conocen la historia, como debía usted conocerla antes de ponerse a escribir de la misma.

Su desconocimiento y atrevimiento sobre el tema le colocan en una posición penosa y le hacen perder credibilidad, si tenía alguna, ya que tanto Tafira Alta como el Monte Lentiscal, a modos de ejemplo de su astuta sapiencia, nunca han formado parte, ni pertenecido al Ayuntamiento de San Lorenzo.

Las Palmas de Gran Canaria y San Lorenzo tienen otra historia, la que no se ha contado, y ya es hora que, de una vez por toda salga a la luz. Por último decirle Sr. Cantero, que su afán de Insularista-Fundamentalista le está haciendo “ver fantasmas donde no los hay”, ya que ninguno de los que estamos a favor de la recuperación de la Memoria Histórica y del municipio de San Lorenzo, hacemos las cosas para favorecer a ninguna otra isla y mucho menos para que Las Palmas de Gran Canaria pierda la grandeza de su nombre y de su ciudad. Simplemente pretendemos que las atrocidades y las injusticias sean recocidas y que la gente conozca como fue la verdad histórica y no la “verdad interesada” que tan “bien” usted defiende.

La verdad es que al amparo de la Ley de la Recuperación de la Memoria Histórica, queremos que se haga JUSTICIA - ¿o no?.


José Henríquez Arencibia LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
LA PROVINCIA - 18 de Noviembre de 2006

NOTA: Se publicó en "Cartas al director" y no en un artículo de opinión como hicieron al Sr. Cantero, pulsa aquí para leer su artículo.
    Hace poco más de 60 años el gobernador civil, a golpe de pistola, anexionó al municipio de Las Palmas de Gran Canaria el de San Lorenzo, que hasta 1939, y desde 1681, fue independiente de la capital, ocupando más de la mitad de la actual ciudad. Por muy raro que parezca, el pueblo de San Lorenzo, que durante estos días vive sus fiestas patronales, fue municipio hasta hace poco más de 60 años. Barrios como el de Guanarteme, Las Rehoyas y Tamaraceite pertenecían al extinto Consistorio, que ocupaba más de la mitad de la actual capital. Pero en 1939, tras varios sucesos un tanto extraños, Las Palmas de Gran Canaria logró anexionarse el municipio de San Lorenzo, ampliando su territorio hasta los límites con Arucas, Teror y Santa Brígida, que hasta entonces pertenecían a esta localidad.

    El historiador Juan Francisco Santana recoge en su libro Historia del municipio de San Lorenzo todos los acontecimientos que se vivieron para la anexión de los dos ayuntamientos una vez finalizada la Guerra Civil, en la que el gobernador civil, Antonio García López, consiguió tras dos años de lucha que el municipio capitalino se apoderara de los territorios de San Lorenzo, que desde 1681 era independiente.

    El anexionado municipio tenía una superficie que llegaba desde la playa de Las Canteras -a la altura de Peña La Vieja-, pasando por el Castillo de Mata hasta el barranco Guiniguada por la parte este; mientras que por el centro limitaba con los municipios de Arucas, Teror, Santa Brígida y Las Palmas de Gran Canaria. El autor del libro recuerda que "algunas personas mayores aún hoy llaman a la playa de Las Canteras la playa de Tamaraceite, ya que la mitad pertenecía a San Lorenzo de Tamaraceite".

    ANEXIÓN A LA FUERZA. Desde 1937, una vez comenzada la Guerra Civil, el gobernador civil intentó la anexión. "Antonio García López sustituyó al alcalde y a los concejales por otros más a su medida, más analfabetos y pobres de argumentos, para poder conseguir de esta manera la anexión de los dos municipios", comenta Santana. "Ya desde el siglo XIX", añade, "siempre quiso agregarse el municipio, pero no fue hasta 1939 cuando el Ayuntamiento de San Lorenzo recibía presiones por todas las partes, desde el Cabildo al Gobierno Civil, Sanidad y Hacienda. Finalmente el gobernador civil dejó una pistola en la mesa y logró que los concejales, atemorizados, aceptaran la unión", señala. "Desde entonces sólo han pasado 67 años, y aquel miedo escénico aún calaba en las personas mayores que hasta hace poco tiempo no querían hablar del tema, sobre todo porque recordaban que cinco personas que pertenecieron al Ayuntamiento comunista, y a las que se les había dado el perdón, fueron fusiladas. Ahora estamos intentado recuperar la historia de San Lorenzo y que la gente sepa, y tenga un apoyo real, sobre el pasado del pueblo, que llegó a ser un municipio independiente y sufrió una anexión ilegal". Para el autor de la obra, documentarse sobre la historia no ha sido nada fácil, debido principalmente a que se han perdido numerosos documentos. "He tenido que buscar entre los bajos del archivo del Ayuntamiento o en la iglesia, y he encontrado documentos escondidos entre papeles, lo que me ha permitido recopilar más datos para el segundo libro".

    Actualmente, y con motivo de los festejos de San Lorenzo, Juan Francisco Santana saca un nuevo ejemplar, Notas sobre San Lorenzo de Tamaraceite, que es una reflexión sobre el nombre del pueblo que se remonta a la mitad del siglo XVII, cuando se construyó la ermita del señor de San Lorenzo. Esto supuso cambiar su nombre de Lugarejo, que era como se denominaba hasta entonces por sus canteras, por el de San Lorenzo de Tamaraceite debido al patrón.

Alberto Castellano LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
LA PROVINCIA - 9 de Agosto de 2006

En esta autonomía de locos, los disparates parecen llover uno tras otro. El último es de tal calibre que supera a todos los anteriores : la pretensión demencial de la independencia de San Lorenzo del resto del municipio de Las Palmas. Retrotraer la historia. Naturalmente tal insensatez no prosperará, mas llama la atención el silencio de los políticos y que nadie se moleste en apagar tal pretensión , antes que se produzca otra discordia que tendría efectos catastróficos para Gran Canaria, para Las Palmas y para el propio San Lorenzo.

Como es sabido, la desaparición del municipio de San Lorenzo se produce poco después del golpe militar que llevaría a Franco al poder. El municipio de Las Palmas de Gran Canaria superaba largamente desde mucho tiempo atrás a cualquier otra ciudad del archipiélago y es el primero en rebasar en Canarias la entonces mítica cifra de 100.000 personas. En el momento de la anexión, San Lorenzo aparece exactamente con 13.929 habitantes, incluyéndose en su municipio a Tafira Alta, Monte Lentiscal, Tamaraceite, e incluso parte de Guanarteme y un buen pedazo de la playa de Las Canteras .

Y aquí aparece la gran manipulación histórica por parte de los 23 promotores del disparate. Se pretende hacer ver que la desaparición del municipio fue producto del golpe militar. Falso, la unificación era una necesidad a voces, debido a que se estaban produciendo dificultades insalvables para el crecimiento de la capital en el terreno urbanístico, comunicaciones y otros, sobre todo en Guanarteme y El Rincón.

Desde el tiempo de la República y aun antes, durante el reinado de Alfonso XIII, se había planteado el problema, que había que darle solución. Todo el mundo estuvo de acuerdo, otra cosa era, como hacerlo.

Se afirma que «la verdad a medias es la mayor de las mentiras». Es cierto que la desaparición del municipio de San Lorenzo se hizo a golpe de pistola y de forma inadecuada, como correspondía al nuevo estilo de imponer las cosas. En realidad, lo que pasó fue que con el nuevo régimen se acortaron todos los procedimientos burocráticos y administrativos: aquí se hace tal cosa porque lo digo yo. Sea como fuere, darle ahora marcha atrás a la historia no tendría sentido.

Pero vayamos a la actualidad, estamos en una democracia formal y lo que debe prevalecer es la opinión del pueblo. ¿Se han preguntado los promotores si los vecinos de la playa de Las Canteras desean que parte de nuestra gran playa vuelva a pertenecer a San Lorenzo? ¿Se aceptará que el auditorio Alfredo Kraus pase al nuevo municipio? ¿A alguno de los promotores se le ha ocurrido pensar cuál va a ser la opinión de los ciudadanos de gran parte de Guanarteme? Lo mismo los habitantes del Monte Lentiscal o Tamaraceite. ¿Con quiénes piensan contar? En el nomenclator de Canarias, que se añade a la historia de Agustín Millares Torres, todavía a 31 de diciembre de 1.970 aparece San Lorenzo, Aldea, 586 habitantes de derecho y 589 de hecho.

A lo peor, se trata de alguna trapisonda de algunos para intentar apoderarse, controlar y lucrarse de la espectacular revalorización de Guanarteme - Las Canteras . ¡ Menudo pastel ¿Qué hay detrás de tal disparate?

Voy a permitirme dar al lector una posible pista: entre las soflamas que escribe semanalmente el condestable- propietario editor y director de El Día de Tenerife don José Rodríguez, encontré uno divertidísimo titulado «Las Palmas de San Lorenzo de Gran Canaria» donde afirmaba que si Las Palmas había superado en población a Santa Cruz, era por culpa de la anexión de San Lorenzo por la capital. Y todo el mundo sabe que quien gobierna en las islas es ATI- CC., así que ojo.

Precisamente, el peligro del aislamiento y ruina de San Lorenzo pueden venir de su «independencia». Puede que sea cierto que el pueblo esté desatendido, no afirmo lo contrario. Mas en una democracia formal hay mecanismos para reclamar lo que cualquier pueblo demande y exigir se cubran con dignidad sus aspiraciones sin necesidad de inventar disparates.


Arturo Cantero - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

CANARIAS7 - 12 de Octubre de 2006

LA PROVINCIA - 27 de Octubre de 2006


NOTA: Puedes leer la réplica a este artículo, pulsa aquí.
Durante seis años, ningún editor canario quiso atender la demanda de su autor. La tesis doctoral de Juan Francisco Santana Domínguez sobre la historia del municipio de San Lorenzo, en Gran Canaria, no resultó interesante para el mercado editorial, a pesar del crecimiento exponencial de títulos que inundan las ferias. Esta semana, la obra se ha publicado por fin en el Archipiélago, de la mano de la Dirección General del Libro del Gobierno canario, y al acto de presentación acudió tanta gente, que fue necesario repetirlo el mismo día para satisfacer al público que se había quedado sin asiento en la sala.

No se trata de una obra de ficción, ni su autor engorda en las tertulias de la moda literaria. La Historia del Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite se hace acompañar de un subtítulo de intenciones: Recuperando la memoria histórica, añade a modo de síntesis del esfuerzo realizado. El caso es que es un libro abierto, a juzgar por la acogida ciudadana; una forma de poner sobre la mesa emociones largamente reprimidas, a base de recomponer pieza por pieza los recuerdos vivos, ese mecanismo fundamental de la conciencia que convierte en colectiva la historia contada persona por persona.

El silencio editorial es sólo un reflejo del tabú. El Municipio de San Lorenzo fue anexionado por Las Palmas de Gran Canaria en 1939, en una de las decisiones políticas más relevantes adoptadas por los representantes de la dictadura de Franco en Gran Canaria, que erradicó el último foco institucional de resistencia democrática contra los golpistas en la isla. La disolución del Ayuntamiento de las medianías fue un acto de guerra cimentado en sangre y silencio, que permitió afianzar una estructura de poder en la capital de la isla imposible de alcanzar por otras vías. La sangre de los fusilados, porque la persecución fue un elemento clave para imponer sin consulta la decisión adoptada por el gobernador civil de turno; y el silencio, convertido en la única tabla para sobrevivir en medio del naufragio.

Nadie se ha molestado hasta ahora en restituir la memoria del municipio de San Lorenzo. El director general del libro, José María Hernández recordó el otro día que sus alcaldes no ocupan lugar alguno en el inventario oficial de la democracia, ni sus retratos cuelgan en ningún salón público. Es uno más de esos capítulos pendientes de aclarar, como el destino de tantas víctimas asesinadas en nombre del régimen que quedaron sepultadas en la infamia y la mentira, cuando no en el fondo de las simas sin lápida ni despedida. Algunos libros devuelven la dignidad a sus protagonistas, y otros dignifican a sus lectores. Algunos son capaces de cambiar la historia, porque humildemente colocan las cosas en su sitio. Como esta obra que no cura heridas, pero destroza el olvido.

Gonzalo H. Martel LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
CANARIAS7 - 26 de Junio de 2006