Es imprescindible, a la hora de recuperar nuestra identidad, ir conociendo no sólo los hechos, como realmente sucedieron y no falseados, sino a las mujeres y hombres que, con su esfuerzo, con sus virtudes y defectos, posibilitaron que nuestro territorio, nuestra jurisdicción y municipio fuera una realidad junto a los otros municipios que legalmente se constituyeron en su momento.

Sólo el hecho de que le parara los pies al alcalde de la Ciudad D. José Mesa y López, como ya veremos, es suficiente para que D. José Rivero Viera pase a ser un hombre conocido por todos y merecedor de una calle en nuestro Municipio de San Lorenzo.  Fue un hombre culto y preparado que dedicó toda su vida a la labor política y educativa.

D. José Rivero Viera fue uno de los Alcaldes del Municipio de San Lorenzo que más se mantuvo en el cargo. De este alcalde nos decía Juan Pérez Navarro que le recordaba aunque, por aquellos años, él era un niño que vivía en la Casa Roja, cercano al lugar de residencia del que había sido Alcalde de nuestro Pueblo: “Era un hombre elegante, aristocrático, siempre con su bastón, que creo era para acentuar su elegancia y no por necesidad. Su mujer, Dª Felisa, sin embargo, era más tosca, más masculina”.

Fofografía de D. José Rivero Viera.

Seguía diciéndonos D. Juan Pérez Navarro que D. José Rivero Viera no tenía hijos y era muy cariñoso. “Yo bajaba de la Cuesta Blanca, de la Casa Roja, a coger la guagua y él llegaba, me pagaba siempre la guagua y me ponía la mano sobre mi cabeza”.

Ya el día 30 de diciembre de 1907 firmaba como Alcalde de San Lorenzo. Estuvo en el cargo desde ese momento hasta 1923 y volvió a desempeñar el cargo en el año 1930 [1], el día 1 de noviembre de aquel año seguía desempeñando la función de alcalde [2]. D. José Rivero Viera ha sido uno de los alcaldes que se ha mantenido más tiempo, de forma continuada, al frente del Municipio de San Lorenzo. Desempeñó diferentes actividades como miembro de la Corporación  y se vio envuelto en unos sucesos de los que salió libre de culpas por no demostrarse su participación [3]. Fueron unos hechos lamentables que se reflejaron y también se utilizaron, dentro y fuera del Municipio, por la prensa de la Ciudad y por los dirigentes políticos. Aquellos hechos ocurrieron en el año 1908 y tuvieron lugar contra la persona de otro alcalde de este Municipio como fue D. Juan Bautista Ponce de León. Éste último Alcalde fue apedreado, después de salir de una sesión municipal, por una serie de hombres a los que respondió con una serie de disparos, según lo que se comenta en la prensa de aquel año.

D. José Rivero Viera en el salón de su casa, en La Mayordomía

D. José Rivero Viera era dueño de la finca de la Mayordomía, en Tamaraceite, y allí vivía en su Hacienda, rodeado de cultivos y muy cerca de su Ermita de San Antonio Abad. Desempeñó su trabajo de Maestro Nacional.

Debo comentar que es una obligación moral e histórica proteger y restaurar este monumento de la Casa de la Mayordomía. Tiene mucho interés a nivel antropológico debido a su utilización, no sólo como casa habitación sino como el eje central del negocio platanero de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Aquí trabajaban muchos hombres y mujeres de la Tamaraceite de aquellos años como se puede ver en la documentación gráfica que se ha podido recuperar y es poseedor el coleccionista 

De forma evidente se trata de un conjunto arquitectónico que se encuentra muy deteriorado y sin las techumbres pero estamos a tiempo de conservar un símbolo de nuestro pueblo de Tamaraceite.

Firma de D. José Rivero Viera como Alcalde del Municipio de San Lorenzo

Siendo Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria D. José Mesa y López quiso extender los límites de la Ciudad para el crecimiento de la zona que rodeaba al Puerto de la Luz y así intentó meter presión sobre los representantes del Municipio de San Lorenzo. En aquellos momentos era Alcalde de San Lorenzo D. José Rivero Viera, hombre con una buena formación, que contestó que la línea divisoria estaba muy clara. Mesa y López, siendo Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, amenazó a la Corporación de San Lorenzo con llevar el tema a Madrid, alegando que si no se cedía al crecimiento de la Capital por Guanarteme, Escaleritas y Schamann, hasta la Paterna, iba a ser peor pues en Madrid se daría el visto bueno para que fuera anexionado en su totalidad. No hizo efecto la amenaza y se contestó desde San Lorenzo que la Ley no daba la razón a la Capital y así fue. Eran años de muchas carencias y problemas económicos para la Capital y se vio como salida al problema la incorporación de las zonas de interés, pues sus poseedores eran los grandes terratenientes, en los documentos se les llama prohombres, de San Lorenzo, que con sus contribuciones y las urbanizaciones que se iban a llevar a cabo podían paliar la penuria económica del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Como ya sabemos aquellos propósitos no se pudieron llevar a cabo porque eran contrarios a la legislación vigente, que de forma clara amparaba a San Lorenzo, teniendo que llegar el golpe militar y su aprovechamiento en pro de unos mezquinos e ilegales intereses, largamente pretendidos, que no se pudieron llevar a cabo en aquellos momentos porque las leyes en vigor siempre protegieron al Municipio de San Lorenzo.

Vista de la Ermita de San Antonio Abad en el primer cuarto del siglo XX

No se puede desvincular la figura de D José Rivero Viera de la Historia de la Mayordomía de Tamaraceite. Este es un tema que tiene bastante actualidad, por el hecho de las obras que se están produciendo en el entorno próximo a este lugar y por el acierto de atender la necesidad que tienen la Ermita de San Antonio Abad de ser restaurada.  Espero que en esta ocasión las obras de restauración y recuperación de este interesante y emblemático monumento se haga con acierto y profesionalidad y no sólo para salir del paso.

A fines del siglo XIX, concretamente en el año 1880, en su finca de Tamaraceite, en lo que hoy son los terrenos circundantes de la Ermita de San Antonio Abad, Dª Úrsula de Quintana Llarena, se dedicaba al negocio de la cochinilla. Luego pasaría a ser propiedad de D. José Rivero Viera.

Los últimos moradores de la Mayordomía fueron Miguelito López y su familia y el día 3 de agosto de 2006 tuve la suerte de hablar con su nieta Nélida, hija de Lolita López. Me atendió muy amablemente y ya a lo largo de la conversación vimos como nuestras familias han sido muy amigas, no en vano mis abuelos, por parte paterna, vivieron en Las Perreras, muy cerca de las tierras de la Mayordomía.

El referido Miguelito López fue mayordomo de la finca en tiempos en que la Mayordomía pertenecía a José Rivero Viera. La  historia oral nos permite un acercamiento muy directo a estos personajes y así podemos escuchar de boca de Juan Pérez Navarro una definición de aquel alcalde: “Yo me preguntaba, como niño, el por qué los masones eran malos, como así nos decían, ya que no concordaba con la bondad y las buenas maneras de José Rivero Viera. Éste era una gran persona, bondadosa y afectuosa y se profesaba masón. Ya muy mayor le recuerdo con un bastón, muy elegante y tieso”.

Con respecto a José Rivero Viera, Nélida me comentaba que era maestro de escuela y que vivía en la Casa Quemada y en unas habitaciones contiguas vivía su abuelo y su familia. Me decía que su abuelo Miguelito López fue mayordomo cuando la finca estaba plantada de plataneras y que éstas se arrancaron, más recientemente, y luego no se plantó nada más. Antes de ser una finca dedicada al cultivo de las plataneras me comenta que estuvo plantada de frondosos árboles frutales y que ella recuerda los comentarios, tan suculentos y dulces, sobre los morales y los manzanos que allí, otrora, lucieron su frondosidad y sus delicados y sabrosos frutos.

Más tarde la Mayordomía cambió de dueños y fue comprada por Matías Vega Guerra y su esposa Clara, matrimonio que no tuvo hijos y que Nélida no recuerda con agrado pues cuando el matrimonio llegaban a la finca le preguntaban a su abuelo Miguelito:

• ¿Quiénes son éstas niñas?
• Son  mis nietas D. Matías.
• Pues cuando yo venga no quiero verlas por aquí.

Hermosa y frondosa vista de la Mayordomía y su Ermita de San Antonio Abad a comienzos del siglo XX

Más recientemente la finca fue comprada por la Familia Sintes y posteriormente se hizo con ella el Cabildo. No podemos dejar que este rico e histórico entorno sea utilizado para otros fines, ajenos a los intereses de los que amamos este emblemático entorno patrimonial.

Como dato curioso hay que decir que la visita de Alfonso XIII del año 1906 tiene cierta relación con la finca de La Mayordomía y así podemos leer que en la sesión municipal del 12 de abril de 1910 el Alcalde de San Lorenzo, D. José Rivero Viera, manifestaba que un arco de grandes dimensiones que había sido adquirido por el Ayuntamiento de San Lorenzo para los festejos con motivo de la visita regia del año 1906 se hallaba depositado, desde aquel entonces, en un local de su finca de La Mayordomía y en aquel momento necesitaba disponer de dicho local y daba cuenta al Ayuntamiento para que se acordara alguna solución al respecto. Se acordó por unanimidad sacar su venta a pública subasta el día 19 de abril a las diez horas en las Casas Consistoriales, partiendo la puja en 200 pesetas. Nadie se interesó y por ello se organizó otra subasta saliendo por la cantidad de 100 pesetas con el mismo resultado y una tercera en 50 pesetas, pero nadie se interesó. Siguieron con otra puja de 30 pesetas pero la situación no cambió por lo que se decidió que unos peritos carpinteros diesen su opinión y valoración, haciéndolo por el valor de la madera que se había empleado, unas quince pesetas, subastándose el día 12 de julio pero nadie se interesó por aquel arco [5] que se había mandado a hacer en honor de la visita a Gran Canaria de su Majestad D. Alfonso XIII. Es evidente que la situación económica del momento no permitía desembolsos extraordinarios y también se observa que en San Lorenzo no había coleccionistas de curiosidades que hoy en día serían piezas de museo.


Por suerte hoy en día sí que tenemos coleccionistas de fotografías, postales, documentos, antigüedades y patrimonio etnográfico, por citar algunas aficiones. El caso de D. José Ramón González Reyes tiene especial relevancia en el tema que nos ocupa porque las fotografías que acompañan este trabajo pertenecen a su colección y con ese patrimonio se puede apreciar cómo era aquella casa en la que vivió D. José Rivero Viera y también sus alrededores. Con esa interesante documentación gráfica se podría abordar la recuperación de esas casas de la Mayordomía que tienen un gran significado par la historia del pueblo de Tamaraceite y para el Municipio de San Lorenzo. Espero y deseo que el conjunto monumental de la Mayordomía y sus alrededores, como pueden ser los antiguos lavaderos, sobre los cuales D. Ramón Soto Tejera nos podría aportar información muy interesante con la que se podría dar continuidad a este trabajo. Mi agradecimiento más sincero a ambos y el deseo que este trabajo y las aportaciones de ambos puedan darnos la posibilidad de ver cómo se emprenden las obras de la recuperación de una parte muy importante no sólo de nuestro rico patrimonio arquitectónico y etnográfico sino, en general, todo lo que tenga que ver con nuestra cultura y ahí están, entre otras riquezas, las significativas antiguas tiendas de aceite y vinagre que son auténticos cantos poéticos a la vida de antaño.

Juan Francisco Santana Domínguez

Notas:

[1] A.H.P.L.P. Ayuntamiento de San Lorenzo. Elecciones. 1907-1933. Caja 546. Expedientes varios.

[2] A.H.P.L.P. Ayuntamiento de San Lorenzo. Caja 546. Expedientes varios.  1907-1930. Incidencias electorales 1908-1933. Listas de compromisarios y Censo Electoral 1907-1930.

[3] Parte de este trabajo se puede leer en mi último libro sobre San Lorenzo “Los Alcaldes del Municipio de San Lorenzo. Pueblos, pagos, barrios y otros aspectos”.  Año 2009.

[4] A.H.P.L.P. Agustín Millares Cubas. Nº 3590, fs. 157 y ss.

[5] A.H.P.L.P. Ayuntamiento de San Lorenzo. Cultura. Festejos. Caja 574.