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Categoría: La voz silenciada
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Las nuevas obras en el Lomo de la Ermita: “Túnel del Lomo de la Ermita de Machicao”.

El último trabajo sobre la Ermita de Machicao se finalizó con una frase que decía: “Hoy nos toca llorar por Machicao” y, una vez más, nuestro rico patrimonio sufre lo atropellos de un progreso que no entiende de que hay que preservar lo que nos da identidad y, de forma inevitable, seguimos llorando por Machicao. He visto con asombro cómo las palas de los tractores cambiaban la entrada al Túnel de Tenoya, hemos sufrido la tala indiscriminada de árboles que se encontraban a ambos lados de la carretera, hemos padecido el expolio de la finca de Bachicao o Machicao, incluido la tumba que allí se encontraba desde un tiempo que no se puede precisar con exactitud y ahora le toca el turno al Lomo de la Ermita de Machicao. Los insensibles tractores le dan dentelladas al Lomo de la Ermita de Machicao y  muy pronto podremos ver otro enorme ojo que lo atravesará de lado a lado.

Zona en dónde actualmente se está abriendo el túnel del Lomo de la Ermita de Machicao


Debemos exigir que, al menos, si se lograra encontrar los restos de una cueva o habitación en ese Lomo de la Ermita se paren las obras para poder documentar lo que nuestro amigo Lalo Lezcano y el que escribe piensan que pudo ser la ubicación de la legendaria Ermita. Los trabajos de Lalo Lezcano, en su entorno natural de Tenoya y alrededores, son un canto de amor a la historia y a un pasado diferenciado que ha calado en su sensibilidad y debe hacerlo en la de muchas más personas. Su teoría que pudo ser una cueva tiene mucho de verdad aunque nos quede la duda si era una edificación exterior, pegada a este Lomo o una mezcla de ambas. Lo cierto es que en estos momentos este cuasi inmaculado, hasta ahora, entorno sufre el atropello de un progreso que no entiende de sensibilidades ni de respeto al patrimonio cultural, histórico o etnográfico de nuestro Municipio de San Lorenzo. Muchos de los días en los que me sumerjo entre papeles de antaño el Lomo de la Ermita, o pared pétrea que fue atravesada en su momento por el Túnel de Tenoya, aparece ante mis ojos con nuevos datos que enriquecen los variados artículos que sobre ella se han escrito, tanto por el mencionado Lalo Lezcano como por el que escribe.

Lomo de la Ermita de Machicao


Ya que hemos citado el Túnel de Tenoya como referente actual para localizar el Lomo de la Ermita de Machicao, o formación rocosa que fue atravesada cuando se hizo el viejo Túnel, hoy debemos reivindicar que el nuevo túnel que asomará pronto en este impresionante entorno lleve el nombre de la milenaria Ermita de Machicao, creo que su denominación debería ser Túnel del Lomo de la Ermita de Machicao, en recuerdo a aquella legendaria ermita que se pierde en el tiempo de la historia. También pudiera ser que cuando se hizo el viejo Túnel de Tenoya, en la falda del Lomo de la Ermita, se sepultara o se eliminaran los vestigios de aquella Ermita y su presencia física desapareciera con él. No olvidemos que estamos hablando de una Ermita que ya en el año 1534 ofrecía su servicio a los caminantes y vecinos del lugar .

Lalo Lezcano, con cámara en mano, y otras personas en una visita que hicimos a la zona del Lomo de la Ermita de Machicao


Hoy quiero aportar nuevos datos de la Ermita y de su Lomo que complementarían aquellos otros trabajos, publicados en esta página web, entre ellos el titulado “La legendaria Ermita de Machicao ”, publicado el 24 de julio de 2007. Así podemos leer, en un documento fechado en 1642, que Pedro Suárez, vecino de Tamarasayte, tenía 20  fanegadas de tierra de “pan sembrar” ( hoy diríamos plantadas de trigo) que lindaban con el Camino Real que iba a Arucas , cercanas a la ermita “que dicen de Machicao hacia arriba y por un lado con las tierras de Francisco González y por el otro las de Dª Isabel de Lezcano, viniendo el Lomo abajo a dar a la misma Ermita de Machicao. Aquellas tierras habían sido de Juan Hernández Castellano. También era poseedor de tres fanegadas de tierra de pan sembrar que lindaban con las mencionadas anteriormente por la parte de arriba, y había comprado a Agustín García, y por abajo lindaban con el Barranquillo de Jacomar y por un lado con las posesiones de su esposa, Isabel Muñoz, y por el otro lado con tres fanegadas que había comprado a Juan Pérez Bonales en el año 1633. Por otra parte lindaban con las tierras de Dª Isabel Lezcano .


El Lomo de la Ermita de Machicao


En el año 1648 vemos como Dª María Liscano (debería aparecer como Lezcano) era vecina de la Ciudad y era poseedora de unas tierras en el Lomo de la Ermita de Machicao, se trataba de unas 15 fanegadas montuosas y labradías que lindaban con otras  tierras que allí tenía y las de sus hermanos. “Por la parte de arriba y por la del Cardonal lindaban con las tierras y el barranquillo que pasa por ellas que pertenecían a D. Bartolomé de Moxica y por arriba la vereda que va a dar a Tenoya ”. Estamos ubicados en el Lomo de la Ermita y por la parte de abajo se encontraba, y se encuentra, el Barranquillo del Lantisco, descendiendo al Llano del Inquisidor, según un dato del año 1655.


La falda del Lomo de la Ermita en dónde estuvo ubicada la Ermita de Machicao


Otros datos podemos leerlos en otro documento del año 1656 en el que Pedro Suárez, labrador, casado con Isabel Muñoz, vecinos del pago de Tamarasite, tenían unas tierras “de pan sembrar” en dicho pago donde dicen Los Guirres. Eran unas 20 fanegadas que “lindaban con las tierras de Francisco González Rapadura y que las dividía el Barranquillo de la Ermita de Bachicao y el dicho barranco arriba a dar a la vereda que va a Arucas por la cordillera. Por la parte de abajo también estaba el Camino Real que iba a Arucas y por la otra por todo el lomo arriba de la Ermita hasta lindar con las tierras de Dª Isabel de Lezcano y Dª Catalina que es donde terminan las tierras que se compraron a Magdalena de la Cruz, viuda de Juan Pérez Bonales. Contenían también cuevas y todo ello lo vendía el día 2 de enero de 1656 a D. Matías Andrés González ”.

En el mismo año Domingo Pérez, que fuera alcalde de San Lorenzo, y su esposa Catalina Melián, vecinos del Lugar de Tenoya, vendían,  el día 26 de marzo, a Juana Navarra, viuda de Juan Jiménez, vecina del Granadillar, “unas tierras que tenemos por debajo de la Ermita de Machicao. Linda por la parte de abajo con un espino, en la Cordillera, derecho al barranquillo del Lantisco y derecho arriba a un espino saliendo de la Cordillera, derecho arriba a la Montañeta y un lomito que está por arriba de la Casilla que desciende al Barranquillo del Llano del Inquisidor y por arriba con las tierras de Dª Josefa Ortiz y por el otro lado el Barranquillo  abajo”.

En una escritura de posesión de tierras del año 1673 se habla de dos fanegadas de temporal junto a la Ermita de Bachicao , que está entre los dos caminos, uno que va hacía Arucas y el otro que conduce a Tenoya. Tierras que habían sido de Marina Henríquez de Herrera, vecina que fue de la Ciudad y había dejado asignadas en su testamento a D. Andrés Jerónimo Tello y Casares, clérigo y también vecino de la Ciudad de Las Palmas.

Seis años después, en 1679, de escribió otro documento en el que Blasina Antonia Suárez Naranjo daba el poder a su marido Cristóbal Gómez de San Juan para vender sus tierras de Tamarasayte a Juan Suárez de Medina, vecino de Arucas. Aquellas tierras las había heredado de sus padres Pedro Suárez y de Isabel Muñoz de Medina Naranjo, vecinos de Tamarasayte. También se habla de las quince fanegadas de tierras, de su hermano Juan Suárez de Medina, que también tenían en Tamarasayte, que llamaban de Bonales . “Lindaban por abajo el Camino de Arucas y con la Ermita de Machicao y barranquillo arriba a un angosto que está por debajo de la vereda del atajo derecho arriba a el Lomo, abajo a dar a la Ermita de Machicao.”


En alguna de estas cuevas o en la falda de este Lomo estuvo ubicada la Ermita de Machicao


En otro documento de 18 de agosto del año 1705 podemos leer el nombre de un descendiente de Machicao o de Bachicao, como veremos. Así, María Rodríguez, viuda de Marcos Sánchez, vecina de Arucas en el Barranco de Tenoya, vendía a D. Carlos de Escort cuatro fanegadas de tierra de pan sembrar que tenía en Tamaraseite. Lindaba por abajo con las tierras de Juan González Gutiérrez, vecino de Firgas, y por otro lado con las tierras que habían sido del Maestre de Campo D. Miguel de Angulo y Bachicado. Por un lado lindaban con los terrenos de Marcos de Torres y por el otro lado con la vereda que iba por el medio de las tierras de Guinea. También poseía otras cuatro fanegadas en El Cardonal de Guinea, así mismo en la jurisdicción del Lugar de San Lorenzo y lindaban por la parte de arriba con el camino que iba al Mesón de Tamaraseite, a dar a las Eras Blancas y por la parte de abajo el Barranquillo que bajaba a la Hoya de Ayala .

En el siguiente escrito podemos leer dos apellidos diferentes como son Machicado y Bachicado. El matrimonio formado por Salvador de Ojeda y Lucana Xuárez, vecinos del Lugar de San Lorenzo, vendían, el día 8 de agosto del año 1705, al ya mencionado D. Carlos de Escort, mercader y vecino de la Ciudad, una fanegada de tierra de los dos que tenían al lado de Machicado, donde dicen El Llano, en la jurisdicción del Lugar de San Lorenzo, heredadas por la mencionada de su padre Domingo Díaz de Quintana. Lindaba por la parte de arriba con otros herederos y por la de abajo con el Barranco Real. Por un lado se encontraba el Barranquillo de Bachicado y por el otro las tierras del Licenciado D. Juan González Travieso . En este escrito se hace alusión a dos personajes que parece son diferentes, Machicado y Bachicado. De forma curiosa podrían estar situados ambos topónimos uno a continuación del otro o se trata del mismo topónimo que, debido a la transmisión oral, se transformó en dos diferenciados. Es lógico lo de Machicao y Bachicao porque en un protocolo de capellanía que fundó Fernando de Bachicao  en la Ermita de San Antonio Abad el 31 de enero de 1742, ante Salvador Romero Rosales, se dice que había sido instituida por Fernando de Machicao y su esposa Constanza Yerbas, como patrono que había sido de la capellanía de Luis de Machicao en el año 1532. Este documento es muy interesante porque además de constatar la existencia de los dos apellidos también se hace alusión que las tierras que tenía Machicao en Tenoya, o en Tamaraceite en honor a la extensión enorme de aquel cantón, y sus alrededores antes del año 1534 habían pertenecido a Luis de Machicao, siendo este hombre uno de los primeros poseedores de tierras en este entorno.

Más recientes en el tiempo, de los años 1899 a 1905, son otros documentos que nos hablan de unos terrenos en la Cuesta de la Ermita, pertenecientes a D. Sebastián de Lezcano Acosta . Lindaban por el naciente con los terrenos de Rafaela Suárez y por el poniente con los herederos de Juan Ponce Guerra, que también fuera alcalde del Municipio de San Lorenzo, por el norte con las “aguas vertientes” del Lomo de la Cuesta de la Ermita y por el sur con los mencionados herederos de Juan Ponce. También tenía otra finca en la misma situación que lindaba por sus cuatro puntos cardinales con los terrenos de los herederos de D. Juan Ponce Guerra y una y otra finca tenían sus propias serventías y se encontraban a continuación de la Carretera del Norte, subiendo por el Barranquillo de Bachicao  y que había sido heredada de sus padres D. Andrés de Lezcano, que también fuera alcalde del Municipio de San Lorenzo, y Dª Ana Acosta. También se habla de las tierras de Dª Sebastiana Henríquez Armas, vecina de Tenoya, que hizo una escritura ante el notario D. Agustín Delgado y García el día 2 de enero de 1915 en la que dice que sus tierras les fueron dadas por D. José Henríquez Henríquez y que eran denominadas como El Canónigo, en la Cruz de Machicao, topónimos que seguimos conservando. Lindaba al naciente con el barranquillo de los Orovales, al poniente con los terrenos que fueron de D. José del Castillo Olivares y en aquellos momentos pertenecían a D. Antonio Montesdeoca Jiménez, y también lindaban con el Barranquillo del Lentisquillo que bajaba hacia Cuevas Blancas, por el norte lindaba con los terrenos que habían pertenecido a D. Antonio Gil Barreda y en aquellos años eran de D. Martín Afonso González, D. Indalecio González y D. Saturnino Bravo de Laguna y sus hermanos, por la parte sur lindaba antes de aquella fecha con el Camino Real y en aquel año con las tierras de los herederos de D. Manuel Lezcano. La finca mencionada estaba atravesada de norte a sur por la Carretera del Estado y tenía un estanque de barrial en mal estado, una casa y un establo y ocupaban la nada despreciable cantidad de 10 fanegadas .

Las fotografías que acompañan este trabajo fueron tomadas un sábado, del mes de junio pasado, en que decidimos compartir una experiencia maravillosa, jóvenes y adultos, de vivenciar, in situ, la experiencia de pisar el lugar de la ubicación de la Ermita de Machicao y buscar restos de aquella legendaria construcción. Pudiera ser que aquella cueva, si así fue, quedara cubierta por una espesa maleza que impide apreciarla actualmente o que quedara sepultada o destruida en el momento de la construcción del viejo Túnel de Tenoya como ya he escrito. Aquella salida quedó reseñada en un artículo que escribí, el día 19 de junio del año pasado, y que llevó por título “Machicao: La caminata a través del tiempo” y que se colgó en archipielagonoticias.com en aquella fecha. Después de aquella visita mi hermano Javi me envió la siguiente fotografía que, como bien dice, la Ermita de Machicao pudiera haber sido una construcción similar.


Esclarecedora imagen, enviada por mi hermano Javi, y que, como él dice, pudiera ser un tipo de construcción similar a la Ermita de Machicao


De forma evidente aquella Ermita de Machicao, fuera lo que fuera, cueva o construcción de piedra o mezcla de ambas, se encontraba situada en este Lomo. No quiero terminar estos pedimentos y aportación de nuevos datos dando por cerrado este tema de la Ermita de Machicao y el Lomo de la Ermita porque sigue abierto a nuevas aportaciones y a nuevos datos que irán surgiendo para que sigan engrosando la riqueza documental de nuestra historia y privilegiado, cada vez menos, entorno.

Juan Francisco Santana Domínguez