×

Advertencia

Uso de cookies - Unión Europea

En esta web usamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación, y ofrecer contenidos y publicidad de interés.

Ver la Directiva sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas

El uso de cookies ha sido rechazado.
Imprimir
Categoría: La voz silenciada
Visto: 4247

Este hombre del siglo XVII podría ser considerado como uno de los alcaldes más emblemáticos del Lugar de San Lorenzo de Tamarasaite junto al Capitán Lázaro de Ortega, primer alcalde conocido de esta Jurisdicción. Este último por ser el impulsor de la creación del Lugar y el que hoy estudiamos por ser el que ostentaba el cargo en el momento de fundarse la Parroquia de San Lorenzo, entre otras muchas razones, fueron hombres muy conocidos y respetados y su labor dejó una huella imperecedera en la gente del Lugar. Salvador Rodríguez fue el primer Alcalde del Lugar de San Lorenzo que aparece con la categoría de Alcalde Real.

Ya desde el año 1639, en diferentes documentos se puede leer la denominación de Lugar del Lugarejo, anterior a esa fecha sólo aparece con la denominación de Lugarejo. Por tanto, sería por esas fechas, siendo alcalde del Lugar el Capitán Lázaro de Ortega cuando el Lugarejo de Tamarazaite adquirió la categoría de Lugar y Jurisdicción independientes de la Ciudad.

El Corregidor y Capitán a Guerra de la isla de Gran Canaria, Don Diego de Ponte y Llarena, en nombre de su Majestad nombró “Alcalde del lugar de San Lorenzo y su Jurisdicción” al vecino Salvador Rodríguez, en el año 1679 y en la misma fecha se le menciona como Alcalde Real, siendo el primer alcalde de este lugar que recibe tal denominación.

Salvador Rodríguez vivía en el Dragonal y tenía diversos bienes, con los que iba a hacer frente a las obligaciones que se le demandaban en el momento de ser nombrado alcalde, "siendo necesario dar fianza por la Ressidencia y se obligaba a estar en ella y pagar todo aquello que importara costar y salarios y condenación en los casos que resultaran si los tuvieren y dar a satisfacción", además hay que saber que por aquellos años era una de las pocas personas de la Jurisdicción que sabía firmar.

En los documentos estudiados casi siempre aparece como Salvador Rodríguez, lo mismo sucede cuando firma, dando la impresión de que parece que quisiera esconder su segundo apellido, Botón, que también podría ser un apodo. De forma indudable nos encontramos ante un gran hombre, muy implicado en su comunidad y en el bienestar de sus vecinos.

Firma de Salvador Rodríguez

Salvador Rodríguez fue alcalde del Lugar de San Lorenzo de Tamarasaite en el período comprendido entre los años de 1679-1683. De forma evidente le vamos a ver trabajando y reuniéndose con el vecindario, actuando ante los representantes religiosos de la Isla para convertir la Ermita del Señor San Lorenzo en Parroquia. Los años 1679 a 1681 fueron de grandes cambios y las reuniones y los acuerdos fueron constantes para que el auxilio espiritual no le faltara a su necesitado vecindario. Se habla, a nivel general de una población muy necesitada, muy pobre, tanto es así que algunos acudían a la misa de madrugada para que su desnudez no se tuviera muy en cuenta. Posiblemente acudieran con sólo algunos trapos pero los documentos hablan de que algunos acudían desnudos a las funciones religiosas.

Antes de aquellas significativas fechas podemos leer un documento, fechado el día 22 de octubre de 1653, en que Salvador Rodríguez daba poder al procurador Isidro González para que le defendiera en todos sus pleitos y causas civiles y criminales “que tengo en el presente y también para el futuro”, lo que me hace pensar que también, muy posiblemente, por aquellos años, siendo muy joven, pudiera haber ejercido el puesto de alcalde del Lugar de San Lorenzo de Tamarasaite, del que era vecino[1].

Salvador Rodríguez contrajo matrimonio con María de Montesdoca Talavera y en otro documento del año 1676 se puede leer que era labrador y vecino del Dragonal[2]. En aquel año casaba a su hija Juana Rodríguez de Montesdoca con Juan Truxillo y le dejaba como dote  un cercado en el Dragonal, por debajo de la Fuente de Morales, con árboles frutales y un platanal y con aguas de la Acequia de la mencionada Fuente de Morales. También le dejaba las tierras en el “lomito arriba de los Almatriches, al filo del Lomo que lindaban con las tierras del licenciado D. Juan González Falcón, Canónigo de la Catedral, hasta llegar por el Barranco hasta la Fuente de Morales de nuevo, y una casa en dichas tierras, que la fabricaré de nuevo”. Este documento es muy interesante porque nos aporta luz sobre esta zona baja y frontera con la Capital. También nos aporta datos de los altos de los alrededores, el topónimo actual de Almatriche, que como vemos era denominado Lomito de los Almatriches.

Salvador Rodríguez, como Alcalde del Lugar de San Lorenzo de Tamarasaite y su jurisdicción, junto a los vecinos más pudientes de la zona, el día 12 de agosto del año 1680, pedían permiso al Corregidor y Capitán a Guerra de la Isla, que por  aquellas  fechas  era  D. Diego  de  Ponte  y Llarena, caballero de la Orden de Calatrava, para poder transformar en Parroquia su Ermita. El mencionado Corregidor, al ver el escrito, no puso ningún impedimento y dio la oportuna licencia para que se pudieran reunir en cualquier día de la semana y  otorgaran el poder a favor de la persona o personas que les representasen, para que en nombre de todos ellos pidieran la creación del curato.

Los vecinos que se reunieron junto a su alcalde Salvador Rodríguez fueron: Francisco Rodríguez, Luís Díaz, Gonzalo Álvarez, el alférez Antonio de Ortega (hijo del Capitán y ex alcalde Lázaro de Ortega), Lucas Lorenzo, Antonio de Medina, Francisco Báez, Nicolás de Ortega, Juan Rodríguez, Andrés Báez, Cristóbal de Troya, Juan de Quintana, Bartolomé de Ortega(excelente maestro cantero y hermano del nombrado Lázaro de Ortega), Bartolomé Díaz, Juan  de Abrantes, Bartolomé  Alonso, Pedro de Betancor, Felipe de la Cruz, Ignacio Afonso, Juan de la Cruz, Gonzalo de Ortega, Andrés Rodríguez, Diego López, Francisco López, Salvador Hernández, Sebastián de Cerpa y Luís Macias, todos ellos vecinos del Lugar y del término de Tenoya. En esta lista aparecen hombres muy importantes de aquellos años para la historia de este Lugar.

Salvador Rodríguez, en su nombre, y el resto de los mencionados, en representación de todo el vecindario, daban poder a Juan de la Cruz, Marcos de Évora y Pedro Díaz, procuradores de la Real Audiencia de la Isla, así como también a tres de los vecinos presentes en la citada reunión: Francisco Rodríguez, Luís Díaz y Gonzalo Álvarez, para que sean los que les defiendan y representen ante el Obispo de las Islas y ante cualquier justicia y jueces del Reino en su deseo de erigir una parroquia o curato.

En aquellos momentos se exponen nuevas razones, o bien se detallan más minuciosamente, pues se habla de un vecindario en aumento, ya que se había superado el número de 150 vecinos, de las dificultades de acudir a la Ciudad a bautizar a sus hijos, así como de lo complicado de acudir a la misma en busca de los sacramentos para sus enfermos y moribundos, ya que aquel auxilio no llegaba nunca a tiempo y el problema que les suponía traer a sus difuntos desde tan lejos a enterrar a la Ciudad.

Todos aquellos vecinos se obligaron ante el Obispo de la Diócesis, con sus personas y bienes raíces, para afrontar todos los gastos que ocasionara la tan esperada concesión[3].

Con posterioridad al pedimento, se hace una primera reunión en la Iglesia de San Lorenzo, el día 12 de agosto del año en cuestión, con el fin de informar y alcanzar acuerdos. El 27 de octubre se reúnen por segunda vez, siendo el alcalde Salvador Rodríguez el organizador de las mismas, llegándose a un acuerdo consensuado, en el que todos los mencionados con ocasión del nuevo pedimento se imponían el cuidado, aseo y pagos de todo lo necesario para el culto, haciéndolo en nombre de todo el vecindario.

Entre los presentes a aquellas reuniones se encontraba el joven Juan González Travieso, clérigo presbítero y capellán del Lugar, natural de la jurisdicción de Arucas, que poco tiempo después se convertirá en el todopoderoso primer cura de la futura parroquia[4].

Este primer cura llegará a acumular un gran poder económico, convirtiéndose en el principal arrendatario de la Dehesa del Rey[5], en Tamaraceite, además de ir haciéndose con muchísimas propiedades e instalando en San Lorenzo a gran parte de su familia. A través de los documentos consultados podemos ver que entre sus posesiones tuvo a nueve esclavos al mismo tiempo, posiblemente llegó a tener muchos más, lo que demuestra su elevada posición[6].

Según las Sinodales del Obispo Cámara y Murga del año 1629, en los lugares que tenían una población inferior a treinta vecinos, bastaría edificar ermitas con capellán que les dijese misa, de ahí se desprende que el futuro cura de San Lorenzo se encontrara, desde antes de la erección de la parroquia, en el Lugar ejerciendo sus funciones de capellán pero sobre este hombre tendremos un trabajo  monográfico, en una próxima ocasión. Se le cita porque va a ser, junto a la figura de los alcaldes, uno de los hombres más poderosos de aquellos años.

En un principio eran capellanes contratados para  días señalados, como eran fiestas o festivos pero luego comenzaron a ser capellanes fijos en los pueblos que tenían iglesias y eran conocidos como los “curas del campo”, este paso les hizo convertirse en tenientes curas de la Parroquia del Sagrario Catedral, por ser aquellas iglesias verdaderas ayudas de parroquia[7].

Las funciones del citado capellán no se limitaban a decir la misa sino que también celebraba bodas en el Lugar de san Lorenzo de Tamarasaite, como sucedió con ocasión del enlace entre José y María Lorenzo, el 15 de enero de 1680[8].

En las reuniones mencionadas anteriormente, ante la presencia de Salvador Rodríguez, se acuerda que serán los vecinos los que corran con los gastos del salario del sacristán y en dar todo lo necesario al cura para su sustento, así como si se diera la circunstancia que la Iglesia fuera destruida por cualquier causa también les correspondería reedificarla en su totalidad.

No llegan noticias desde el Obispado y los vecinos, desesperados, se reúnen de nuevo y elevan otro escrito al Cabildo Eclesiástico en el mes de febrero del año 1681, en el cual expresan que reunidos en la Iglesia, a toque de campana, siguen en su deseo de que se les conceda la deseada y necesaria parroquia.

A esta última reunión asistieron cuarenta y un vecinos, encabezados, una vez más, por el Alcalde Salvador Rodríguez, el Alguacil Real del Lugar, cargo que ostentaba Francisco López y Juan Rodríguez que desempeñaba el cargo de Alguacil de la Isla, así como el futuro cura, que firma el documento junto con seis personas más[9].

Por fin, la tenacidad del vecindario obtiene su merecido premio, con un acuerdo del Cabildo y Deán que decía: “En Cabildo particular, siendo 22 de febrero de 1681, para  ver  la  división hecha de la Jurisdicción del Curato de San Lorenzo y nombrar cura. Aprueban todo el Cabildo la división, desmembrándolo del Curato del Sagrario de esta Santa Iglesia, el término y Lugar de San Lorenzo y con autoridad del Señor Obispo se erige y constituye en Iglesia Parroquial y curato aparte la del citado Lugar de San Lorenzo. Corriendo todos los gastos por costa de los vecinos referidos, así como el sueldo de sacristán, siendo 24 doblas de salarios anuales para el cura, que también los vecinos se comprometen, cuyo nombramiento de cura hará este Cabildo.”[10]

Al recibir la noticia, después de que el Obispo Bartolomé García Ximénez la había aprobado, se reunió todo el vecindario para ratificar la escritura que habían hecho y todos juntos manifestaron que se ratificaban en todo lo que habían dicho, obligándose no sólo ellos sino todos los  que en un futuro fueran vecinos del Lugar, en el llamado Comunal, para hacer frente a todos los gastos que fueran necesarios. Animados por todo lo que estaba sucediendo pusieron en marcha la edificación de una sacristía para tener al completo su Iglesia[11]. 

El día once de marzo del citado año, con gran alegría de todo el vecindario, el Alcalde Salvador Rodríguez mandó a que se diese aviso a toda la jurisdicción, acudiendo muchísima gente, incluso asistieron gente de Arucas, pues no  en  vano  el  cura  Juan González Travieso, joven de 28 años, pertenecía a una familia acomodada de aquel Lugar. Todos juntos vieron, con gran ilusión, la colocación del Santísimo en el Sagrario de su recién estrenada Parroquia[12].

La firma de Salvador Rodríguez junto a la de otro de los alcaldes por aquellos años, Domingo Pérez

En el año 1682, Salvador Rodríguez, siendo Alcalde del Lugar de San Lorenzo de Tamarasaite, compra unas cinco fanegadas de tierras labradías de pan sembrar a Antonio Rodríguez, vecino de la Ciudad, en Tamarasaite “onde llaman el Lomo de los Frailes” junto a la vereda del Cardonal y lindaba por la parte de arriba con la mencionada vereda, por abajo con las tierras de Francisco López y por un lado las tierras de Dª María Déniz y Torres, viuda de D. Francisco Cisneros, y por el otro lado el Barranquillo que divide estas tierras de las de Pedro Hernández Cardoso, así como también le compró una casa terrera de dos moradas, cubierta de jubones, cañas, tejas y sus anejos.

Vemos como Salvador Rodríguez también tiene relación con el Lomo de los Frailes. Las mencionadas tierras fueron compradas por el vendedor a Hernando García, soldado del presidio de la Isla y a su mujer Casilda Hidalgo. Para hacer esta compra el alcalde Salvador Rodríguez hipotecaba un cercado de dos fanegadas en el Barranco de la Ciudad, junto a las Fuentes de Morales, con la arboleda de higueras, durazneros y platanal a las que le correspondían dos horas y medio de riego de la Acequia del Rey. Lindaban con las tierras del Licenciado D. Domingo de Albiturría y con las tierras del Canónigo de la Catedral D. José González Falcón y por otra parte las tierras que le había dado, como vimos, en dote a Juan Trujillo y Juana Rodríguez de Montesdoca, su hija. Esta compra se llevó a cabo el sábado 30 de mayo de 1682, firmando Salvador Rodríguez[13].

Escrito al que se hace alusión. Salvador Rodríguez aparece como Alcalde

Unos años después se vuelven a nombrar aquellas tierras y en un documento de 2 de noviembre del año 1704 el Capitán D. Juan De Albiturría Orbea y Salazar, vecino de la Ciudad de Las Palmas, decía que el Licenciado D. Domingo de Albiturría Orbea y Salazar, que había sido Arcediano de la Catedral, en su testamento otorgado ante D. Lázaro de Figueroa  de Vargas en el año 1692, le había dejado por su sucesor por la muerte del Doctor D. Salvador de Albiturría, su hermano y por ello fundaba una capellanía de misas por el dicho Arcediano. Entre los bienes que había dejado se encontraba un cercado “donde dicen” Las Fuentes de Morales que había pertenecido a Salvador Rodríguez Botón. Aquellas tierras las había comprado el citado D. Domingo de Albiturría a Salvador Rodríguez. Disponían de cinco días de agua para el riego de plátanos e higueral. La compra fue hecha por la cantidad de mil escudos ante José Betancourt Herrera en el año 1690. Lindaban aquellas tierras con el Barranco Real de esta Ciudad y fuentes “que se dicen de Morales”, por abajo se encontraban las tierras del mencionado comprador y por arriba las tierras que habían sido de D. Juan González Falcón y en aquel momento eran de D. Félix de Orellana[14].

Como hemos podido leer Salvador Rodríguez Botón participó de unos momentos muy significativos para la historia de este Lugar: Primer Alcalde Real, la creación del Comunal, el cambio de Ermita a Parroquia y en unos años en que la población se multiplicó en San Lorenzo de Tamarasaite. Como suelo decir, este trabajo es sólo el principio de uno mucho más extenso sobre este Alcalde y cualquiera que lo desee puede abordarlo, teniendo como referente el presente.

Juan Francisco Santana Domínguez

Notas:
[1]  A.H.P.L.P. Diego Álvarez de Silva. Nº 1271, f. 612, a 22/10/1653.
[2]  A.H.P.L.P. Diego Álvarez de Silva. Nº 1.290. Fs. 120-122.
[3]  Ibidem.   fs. 315r-318v.
[4]  A.H.P.L.P.  José Bethencourt Herrera.  Nº  1.330.  fs.  188v-191r.   1680/1681.
[5]  Ibidem.  Francisco Álvarez Montesdeoca.  Nº 1.437.  fs. 174 y ss.   1685.
[6]  A.P.S.L.  Libro de Bautismos. Nº 1.   fs.  71v; 80r; 95v; 112v; 124v; 140r; 154r.   1692/1702.  
[7]  CAZORLA LEÓN, S.:  Historia de la Catedral de Canarias.Las Palmas de G. C.  1992,    pp. 14-15.
[8]  VIERA Y CLAVIJO, J.:  Noticias de la historia general de las Islas Canarias  Santa Cruz de La Palma.  1952. Tomo III,  pp. 222-223.
A.D.L.P.  Libro de Casamientos.  Nº 4.  Iglesia del Sagrario.  f. 198r.  1680.
[9]  A.H.P.L.P.  José Bethencourt Herrera.  Nº 1.330.  fs. 58v-60r.  1681.
[10] Ibidem.  fs. 61r-62r.
[11] Ibidem. fs. 58v-60r.
[12] A.P.S.L.  Libro de Bautismos.  Nº 1,  f. 1,  1681.
[13] A.H.P.L.P. Diego Álvarez de Silva. Nº 1293, f. 175r.178r.
[14] A.H.P.L.P. Luis de Castilla Valdés. Nº 1518. Año 1704-1705. Fol 111-114.