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Categoría: Últimas Noticias
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Estos días escribía en archipielagonoticias.com un artículo sobre el Capitán Lázaro de Ortega, nuestro primer alcalde conocido, y solicitaba que se le dedicara una calle por sus merecimientos. El mismo artículo, con ligeras diferencias, se publicó en esta página web hace unos meses pero no era la intención de retomarlo sino de reflexionar sobre la memoria histórica individual y colectiva. La historia si tiene memoria pero los seres humanos, en general, perdemos, a conciencia o sin ella, esa memoria histórica y yo el primero. Para mitigar o refrescar esas pérdidas están los escritos, los documentos y las publicaciones que se hagan.

Para ver como el ser humano, en muchas ocasiones, no tiene memoria histórica viene a colación un escrito que se publicó en esta página web el día 2 de diciembre de 2006. Incluso el que escribe, que fue quién lo escribió, no lo recordaba y es por ello que cuando días pasados he hablado con determinadas personas, al ser solicitado por las mismas, como con uno de los familiares de los asesinados aquel triste 29 de marzo de 1937, en concreto con D. Sergio Ramírez, sobrino de Antonio Ramírez Graña, no le hice mención de este escrito que se había publicado en la fecha reseñada y que en gran medida su tío era el principal protagonista. Sí hablamos del libro que escribí en homenaje a la memoria de los fusilados y de los represaliados de nuestro Municipio, el titulado “Notas sobre el municipio San Lorenzo de Tamaraceite: un ejemplo de injusticia histórica” y como es lógico de los otros seres humanos asesinados: Manuel Hernández Toledo, Francisco González Santana, Matías López Morales y Juan Santana Vega. Sobre dos de estos hombres tengo publicados también trabajos monográficos en esta web y en otras páginas similares como son Juan Santana Vega y Manuel Hernández Toledo y estoy confeccionado un trabajo que aportará material gráfico y documental de todos aquellos hombres del Municipio de San Lorenzo que arriesgaron sus vidas en defensa de un ideal de libertad y de compromiso social.

Existen múltiples estrategias para hacer que la MEMORIA HISTÓRICA desaparezca  pero la investigación, el tiempo, la verdad y la justicia ponen todo en su lugar y en ese sentido se está volviendo a hablar de San Lorenzo y de sus hombres y mujeres. También nos estamos dando cuenta de todas las estrategias, a base de mentiras y ocultaciones, llevadas a cabo por determinados políticos del Municipio vecino de la Ciudad para hacer que nuestra historia desapareciera.

Volviendo a la cuestión que me ha llevado a hacer este escrito, la de hacer un recorrido por algunas de las publicaciones que he hecho sobre San Lorenzo hizo que me encontrara con el titulado Las calles del Municipio de San Lorenzo en el que se solicitaban calles para muchos de nuestros hombres y mujeres, entre ellos el de nuestros asesinados, y como ejemplo salía a colación unos datos biográficos de Antonio Ramírez Graña. El escrito en cuestión era el que sigue y que ustedes pueden recuperar en esta misma página web. Lo importante es que no olvidemos nuestra historia, nuestras raíces y a nuestros hombres y mujeres y mucho más los que han hecho méritos para que siempre se les recuerde. No sólo los fusilados del Municipio de San Lorenzo son merecedores de tener una calle en nuestra Jurisdicción y en tal sentido la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y del Municipio de San Lorenzo aportó un listado de unas 50 personas que debían estar representadas en nuestro callejero, por dar algunos nombres pero teniendo muy claro que no eran los únicos merecedores de tal distinción.

Para satisfacción y orgullo de todos nosotros algunas de nuestras víctimas, los que injustamente perdieron su vida en el campo de tiro de la Isleta, ya tienen sus calles, placa, plaza y monumento gracias al trabajo de sus familiares y de la plataforma creada, en su momento, a tal efecto. No podemos olvidar que además de su compromiso social y de su lucha por mejorar las condiciones de vida de sus semejantes ellos perdieron la vida para, entre otras muchas razones, hacer silenciar al resto de la población. Muchos creyeron que si abrían la boca les podría suceder lo mismo y es por ello que se instauró un régimen de doloroso silencio que duró hasta fechas muy recientes. Sus vidas sirvieron para acallar las voces que no estaban de acuerdo a que se nos anexionara a la Capital y los testimonios escritos y orales lo reafirman. El trabajo del Gobernador Civil fue hacer que el territorio de San Lorenzo fuera incorporado a la Capital y poco después de ser nombrado, después de haber desempeñado el papel de Alcalde de la Capital, una de las primeras acciones que hizo fue pedir un listado de cinco personas, que fueron elegidas a dedo o a demanda de los que sentían que algunos de aquellos hombres podían molestar a los poderosos, a los que aspiraban a algún cargo político con la subida al poder de los militares, a los caciques o a las intenciones de anexión de la Capital. Los hombres hacen la historia en un momento y en un entorno determinado y es por ello que no se pueden desvincular los hechos del lugar en el que sucedieron y tampoco modificarla porque no se trata de sacar a la luz una novela sino, simplemente, de hacer visible la verdad y la historia silenciada. Ya es hora de que la Ciudad se haga cargo de las atrocidades y errores cometidos en pro de unos intereses que no podían estar, de por siempre, por arriba del bien y del mal y ocultos en el sótano del viejo Ayuntamiento de la Capital.

Aquel escrito de reconocimiento a los valores y acciones de diferentes personas del Municipio de San Lorenzo, al que he hecho referencia, es el que sigue:

LAS CALLES DEL MUNICIPIO DE SAN LORENZO

Hoy, día 5 de diciembre de 2006, podíamos leer en la prensa que algunas calles del distrito de San Lorenzo - Tamaraceite iban a llevar nombres de diferentes personalidades y eso está bien, aunque he de decir que siempre este tipo de actos y reconocimientos se deben hacer en vida de los protagonistas, y eso lo podemos poner en boca de una de esas personas. La pintora y poeta Pino Ojeda, tristemente desaparecida, que tendrá su calle en la Cruz del Ovejero, que me comentaba en una ocasión “me gustaría que me dieran alguna calle y además poder verlo”. Esta maravillosa mujer es acreedora a este tipo de reconocimientos y más que merece por su dilatada vida dedicada al arte. Como amigo y admirador de su obra me produce una satisfacción inmensa y un acierto darle su nombre a una de nuestras calles.

Este tipo de eventos y reconocimientos son loables pero yo me pregunto al respecto, después de analizar la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, que de forma lógica tiene en sus calles y monumentos representados a sus hijos más ilustres, en muchos casos son alcaldes de nuestra Ciudad, en otras ocasiones se trata de políticos, artistas, arquitectos, maestros… todos representativos y merecedores, pero yo me pregunto ¿en qué lugar están representados los alcaldes, políticos,  artistas,  maestros y maestras, sacerdotes, artesanos…del Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite? ¿Alguien sabría decirme dónde están las calles y monumentos que llevan sus nombres? ¿Quién se ha preocupado de sacar a la luz a estas personas? ¿No merecen el lugar que les corresponde en la historia? ¿Dónde están, tan siquiera, sus nombres? ¿Sabe la gente que el Municipio de San Lorenzo tuvo sus representantes políticos, alcaldes y sus concejales, sus jueces, sus maestras y maestros? ¿No merecen un lugar entre nosotros, asignándoseles una calle?

¿Sabían ustedes que entre otros lugares se le dio nombres a diferentes calles de la Cruz del Ovejero? Baste un solo ejemplo para contestar a tamaño desagravio y olvido. Uno de los nombres que deberían habérsele dado a una de esas calles debería ser el de uno de sus hijos, una persona que en su momento vivió en ese lugar: D. Antonio Ramírez Graña. Con toda la razón del mundo muchos de ustedes se preguntarán, ¿quién fue ese hombre?, pero de la misma forma se harán la pregunta con algunos de los beneficiados por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que tampoco conocerán, cosa lógica.

¿Quién fue Antonio Ramírez Graña? A esta pregunta que quedó en el aire quiero darle respuesta: Antonio Ramírez Graña era un joven, que en un documento del año 1937 aparece como que había fallecido, cuando debía decir, al igual que los demás fusilados, “Ejecutado”. Este chico en aquel año se encontraba lleno de vida y eufórico por poder defender sus ideales, tenía tan sólo 26 años, disponía de facilidad de palabra, inteligente y estudioso, comprometido socialmente, tenía claro que su misión era el defender el orden establecido de forma democrática y por ello fue condenado a la máxima pena.

Fue Secretario de la última Corporación Municipal, elegida democráticamente, formando parte del equipo de trabajo del Alcalde D. Juan Santana Vega, también fusilado y al igual que otros muchos esperando que se le reconozca. Dicha Corporación Municipal fue conocida después como “El Ayuntamiento Comunista”. Antonio, al igual que sus compañeros D. Manuel Hernández Toledo, D. Francisco González Santana, D. Matías López Morales y el citado Alcalde D. Juan Santana Vega, fue fusilado, por defender sus ideas de izquierda. Vivía en la Cruz del Ovejero Nº 13. Hijo de Antonio Ramírez Naranjo y Manuela Graña García. Como prueba de su dinamismo y alto compromiso le vemos formar parte del Sindicato de Oficios Varios y Agrícola de San Lorenzo, y por encargo del mismo pidió permiso para poder llevar a cabo un mitin en Tamaraceite, Tenoya y la Barriada de Guanarteme, en la que apoyó la constitución del nuevo Gobierno, el día 22 de febrero de 1936. Había nacido en La Habana, Cuba, el 29 de diciembre de 1911 y en el censo del año 1930 constaba como estudiante. En el año 1937 se hacía constar que llevaba ocho años residiendo en el Municipio. Fue Secretario de la Federación Obrera de Tamaraceite y fundador del Partido Comunista del mismo pago. También fue Secretario del Frente Popular. Intervino en huelgas, manifestaciones, mítines y propagandista comunista. En los documentos elaborados por la administración franquista y con referencia a la cuestión que se planteaba de dónde trabajaba antes o después del Movimiento se especificaba: “vago”. En la misma documentación se dice que “preparaba y tomaba parte en todas las actuaciones del Frente Popular. Preparó la rebelión contra el Movimiento. Se le detuvo cuando se logró descubrir su paradero. Se dice que no mostraba respeto a la autoridad ni a los agentes. En cuanto a su conducta social era malísima así como en la privada. Poseía fincas rústicas y urbanas proindivisas”. Estas adjetivaciones se aplicaban a todos los que se consideraba enemigos del régimen militar. 

En una próxima ocasión escribiré sobre otros protagonistas de nuestra historia más cercana, pues como he reflejado en este escrito, el nombre de Antonio Ramírez Graña, es simplemente un ejemplo. Después de leer datos de la vida de una de las personas que están estrechamente ligadas al Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite, ¿no ven lógico que su nombre se pueda ver en una de sus calles? Antonio Ramírez Graña, como he dicho, es sólo un ejemplo de los cientos de nombres que esta zona de la Isla de Gran Canaria podía aportar a sus calles, monumentos y plazas. ¿No les parece que debemos pedir, clamar y gritar por ellos, recobrar su dignidad y méritos sobrados? Creo que estamos en la obligación de hacerlo.


Juan Francisco Santana Domínguez