Límites del Municipio de San Lorenzo* |
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El siguiente gráfico nos podrá dar una idea aproximada de lo que era la extensión y los límites del Municipio de San Lorenzo y así podemos observar que se trata de un municipio que no ocupa un territorio que vaya desde la costa hasta las cumbres de la Isla, quedándose en una zona intermedia, con una gran situación estratégica respecto al municipio de Las Palmas de Gran Canaria, con el que limitaba al noreste, este, sur y sureste. FIGURA 1: En el presente gráfico se puede apreciar el municipio de San Lorenzo y sus colindantes. Señalado con el número 1 aparece el Barranco de Tenoya, con el 2 el Barranco del Dragonal y con el número 3, el de Las Palmas o Guiniguada. (Elaboración del autor). También limitaba al noroeste con el municipio de Arucas, a oeste con el de Teror, al suroeste con Santa Brígida y al norte dispone de una salida al mar. Todos estos límites son naturales, debido a la forma del relieve de la isla de Gran Canaria, al ser una especie de gran montaña[1] surcada de barrancos, serán éstos los que definan aquellos límites, destacando el Barranco de Tenoya por el noroeste y el Barranco de Guiniguada al sur. San Lorenzo tenía una extensión muy parecida al municipio limítrofe de Las Palmas de Gran Canaria, tanto es así, que algunos autores le dan a uno y a otro la misma extensión de 49´43 kilómetros cuadrados[2]. Otros autores hablan de una extensión, de norte a sur, de una legua y media, y de este a oeste, una legua; siendo el espacio ocupado de forma trapezoidal, con tres cuartos de legua en la base y legua y media de altura, lo que ocupaba una superficie de 34.800 fanegadas de tierra[3]. En cuanto a la altitud , se puede decir que Los Altos de San Gregorio es la altura más significativa de toda la Jurisdicción de San Lorenzo, con unos 441 metros, abundando las coladas y piroclastos sálicos, como son las traquitas y las fonolitas. Debido a esa altura considerable, será un lugar de importantes asentamientos aborígenes, quedando interesantísimos vestigios de los antiguos pobladores de la Isla, debido a que desde San Gregorio se puede divisar perfectamente a cualquiera que pudiera acercarse, dando tiempo para organizar la defensa o para huir hacia el interior, si el enemigo era muy superior. San Gregorio hoy en día es un lugar en expansión y con claro interés especulativo, lo que genera un gran riesgo para los interesantísimos vestigios de asentamiento de los antiguos canarios y para una época de claro mestizaje cultural con los europeos que a esta zona llegaron a fines del siglo XV y comienzos del XVI. Urgen soluciones para poner remedio a una situación de abandono y desidia hacia una zona emblemática de nuestro entorno. FIGURA 2: Límites que separaban el municipio de San Lorenzo de su vecino de Las Palmas. Se aprecia el Molino de Albiturría, Barranco de Guiniguada y los Lomos que rodeaban la Ciudad[4]. En el Libro Primero de Fábrica de la parroquia de San Lorenzo se puede leer que los linderos y términos de la parroquia constan en el número uno del protocolo de escrituras e instrumentos que se hacen en la visita realizada en el mes de marzo del año 1681, colocándose en el Libro Primero de Bautismos[5]. De lo que se nos indica en el escrito anterior, hoy en día nada aparece, por tanto en un principio tenemos que acudir a lo Libros Parroquiales, para que a través de los topónimos que se citan, tanto en las actas de bautismo como en las de matrimonios y defunciones, nos conduzcan a una reconstrucción aproximada de la extensión de la Parroquia por aquellos años de fines del siglo XVII. Del año 1863 data un interesante documento en el que podemos leer: “... la jurisdicción eclesiástica de una parroquia debe seguir la demarcación civil de su Ayuntamiento en los lugares donde no exista expediente eclesiástico que nos indique lo contrario. Las parroquias de Teror, Arucas y Santa Brígida, con las que linda la de San Lorenzo, no reconocen otro término en sus jurisdicciones sino el que marca la jurisdicción civil, que consta del padrón vecinal que forman los respectivos Ayuntamientos, y como en San Lorenzo no hay documento que acredite su demarcación eclesiástica ha sido costumbre seguir la demarcación civil. Los límites de San Lorenzo comienzan en la Cruz de Piedra, situada enfrente del Castillo del Rey, siguiendo todo el Lomo que domina los Barrancos de la Ciudad, y baja al Molino de Albiturría, sito en dichos barrancos”. En el mencionado documento también encontramos una cita con la fecha de la erección de la Parroquia, en cuyo expediente se dice que los límites no han de extenderse más allá del molino del Señor Arcediano D. Domingo de Albiturría[6]. En el plano de deslinde, entre el municipio de Las Palmas de Gran Canaria y el de San Lorenzo, que pudimos observar en la Figura 2, podemos apreciar el renombrado Molino de Albiturría, que se encontraba muy próximo al Castillo del Rey. Ambos, molino y castillo, estaban situados frente a la Capital de Las Palmas de G. C. y como se puede apreciar el límite de ambos municipios continuaba a lo largo de los Lomos que rodeaban al municipio capitalino[7]. Debemos situar cronológicamente al personaje D. Domingo de Albiturría Orbea y Salazar, y así el 7 de agosto del año 1679, él mismo nos dice: “... tengo un molino y tierras en el Barranco de la Ciudad[8]. Las palabras del citado personaje certifican la veracidad del documento, ya que en el año 1681 se ponía a su molino como referente del límite parroquial de San Lorenzo con la vecina Ciudad, pudiéndolo apreciar en los mapas y planos que ilustran este capítulo (Ver figuras 2 y 3). El municipio de San Lorenzo y la jurisdicción de su parroquia coincidieron en su extensión hasta el año 1937, salvo la zona del Puerto y la Isleta como ya veremos más adelante. En este último año mencionado la parroquia va a ver disminuida su feligresía al desmembrarse parte de la misma y crearse así otras parroquias. A pesar de ello, los límites no han permanecido inalterables a lo largo de los años, ya que se han producido ligeras modificaciones. Los límites parroquiales de San Lorenzo eran por el noroeste Arucas y Teror, separado de ambas por el límite natural del Barranco de Tenoya y sus prolongaciones, también limitaba con Santa Brígida, y por el sur el Barranco de Guiniguada la separaba de la jurisdicción de la Ciudad, así como también la separaba de esta última por el este, los Barrancos de la Ciudad( ver figura 2, señalada por Albiturría y Lomos), como ya vimos en el documento del año 1863. Al inaugurarse la parroquia de San Lorenzo en marzo de 1681, se designa el Barranco de Tenoya como nuevo límite, perdiendo la jurisdicción de Arucas parte de su feligresía (ver figura 4)[9]. FIGURA 3: En la presente lámina y en línea más gruesa negra y roja se pueden apreciar los límites de San Lorenzo con respecto a la Capital. Se aprecia el Castillo del Rey que se ponía como referencia en los litigios fronterizos[10]. El escrito mencionado anteriormente nos hace ver como mucha gente de Tenoya se desplazaba a Arucas para cubrir sus necesidades espirituales, debido a la cercanía y a pesar de que Tenoya perteneciera a la jurisdicción de la Ciudad antes de pertenecer a la de San Lorenzo, pero hay que matizar que sólo una parte de Tenoya pertenecía a la jurisdicción de la Ciudad, ésta era la del margen derecho del Barranco, ya que la del margen izquierdo pertenecía a Arucas, como se puede apreciar en diversos documentos. De forma indistinta en unos escritos del año 1676 se nos dice: “...vecino de Tenoya, jurisdicción de Arucas.”[11], mientras que en otros documentos aparece como: ”... vecino del Lugar de Tenoya, jurisdicción de la Ciudad”[12]. Esto se explica porque hasta la separación del curato de San Lorenzo, todo el Barranco y sus márgenes se conocían con el topónimo prehispánico de Tenoya, y es bastante después cuando se llama Tenoya sólo a la que queda bajo la jurisdicción de San Lorenzo. Cuando hablamos de los límites del municipio de San Lorenzo se hizo referencia al límite natural del Barranco de Tenoya, que separaba a este municipio de Arucas. Este Barranco tenía tal caudal de agua en invierno que hacía que se interrumpiesen las comunicaciones entre ambos municipios, debido a ello se levantó un puente de piedra, de un solo ojo, allá por el año 1824, pero el gran temporal del mes de noviembre del año 1826 derribó la parte izquierda y así quedó hasta el año 1834, fecha en que se añadió otro ojo a la indispensable obra arquitectónica, que había sido sufragada por el Canónigo D. Vicente de Armas, por la Fábrica de la Parroquia de Arucas y por vecinos de aquel municipio, ascendiendo su costo a 100.000 reales de vellón[13]. En cuanto a los límites con Teror, no siempre estuvieron tan claros, y es por ello por lo que con el paso de los años van a ir modificándose. Estos límites se pueden ver claramente en un documento del Obispado, enviado al cura de San Lorenzo y fechado en Las Palmas el día 25 de junio de 1831, en el que se puede leer que tanto el Espartero como el Pinar de Ojeda, términos fronteros entre San Lorenzo y Teror, antes del año 1681 habían pertenecido al Sagrario Catedral de Las Palmas, pero a partir de aquella fecha se incluyeron dentro de los límites de la nueva parroquia de San Lorenzo, como comprendidos dentro de la jurisdicción civil. FIGURA 4: En la presente lámina se puede apreciar el Barranco de Tenoya que hacía de límite natural entre los municipios de Arucas y San Lorenzo[14]. Los linderos que marcaban la separación entre la jurisdicción de Teror y la de San Lorenzo seguian el Camino Real que iba al Laureral, atravesando la Caldera que separaba ambas jurisdicciones. Fue sólo por un convenio entre los curas de San Lorenzo y de Teror, por lo que a ruego de los vecinos del Espartero y Pinar de Ojeda, allá por el año 1682, acordaron que podían ser administrados en lo eclesiástico por el cura de Teror, debido a que esta última Parroquia les quedaba mucho más cerca. Ante aquellos argumentos el cura de San Lorenzo le cede al de la parroquia de Teror los emolumentos de bautismo, muerte y matrimonio, aunque quedaba claro que en el orden civil seguirían siendo vecinos de San Lorenzo. Con el paso del tiempo aquel acuerdo verbal, entre los curas de ambas jurisdicciones, llevaría a que aquellos pequeños pagos pasaran a pertenecer al municipio de Teror también en el orden civil, debido a que era algo incongruente que para asuntos civiles aquellos vecinos se tuvieran que desplazar a San Lorenzo y para los de carácter religiosos a Teror[15]. Desde el punto de vista civil, el día 6 de julio del año 1841 los vecinos de Espartero y Pinar de Ojeda lograron su propósito de pertenecer al municipio vecino de Teror[16]. A pesar de ese recorte en su jurisdicción la extensión que va a cubrir la parroquia de San Lorenzo va a ser bastante considerable y debido a ello, para evitar esas tremendas distancias, se aprovechaban las diferentes ermitas existentes en la Jurisdicción (ver figura 5). Además de la ermita de Tenoya, cuyo origen se remonta a los años finales de la conquista de la Isla, como ya veremos más adelante, y siguiendo los relatos que el obispo D. Pedro Manuel Dávila y Cárdenas nos hace en su visita a San Lorenzo del año 1732, nos decia que existían en el Lugar: la ermita de San Gregorio, la de San Sebastián y San Buenaventura en Tamaraceite, y la del Dragonal; especificando que las de Tamaraceite y la del Dragonal: " ... se dicen ermitas sin saber darse razón si lo son, u oratorios privados que con el tiempo han pasado a llamarse ermitas”[17]. FIGURA 5: La zona rayada y con el número 1 representa el Espartero y Pinar de Ojeda, con el número 2 y en la parte noroeste está Tinoca y el resto son los lugares de ermitas. Elaboración del autor. No sólo el Espartero y Pinal de Ojeda(en los documentos de época siempre aparece como Pinal) fueron zonas de conflicto tanto a nivel civil como eclesiástico, sino que otras como Tinoca, que más tarde pertenecerá a la jurisdicción de Arucas, fueron asistidas por la parroquia de San Lorenzo hasta comienzos del siglo XVIII, según consta en las partidas de nacimiento del año 1709[18]. Los problemas de límites parroquiales se mantendrán a lo largo del siglo XVIII, o al menos no estaban claros, pues había vecinos del Espartero que venían a San Lorenzo a bautizar a sus hijos hasta el año 1714, a pesar de los acuerdos que habían sido tomados entre los curas de Teror y San Lorenzo[10]. Durante el primer cuarto del citado siglo muchos de los pobladores de Tafira, que pertenecían a la jurisdicción de la Ciudad, venían a San Lorenzo a bautizar a sus hijos debido a la proximidad geográfica, y ello seguiría sucediendo hasta el momento en que Tafira tuviera su propia parroquia, e incluso con posterioridad seguirán muchos vecinos de Tafira acudiendo a San Lorenzo para solucionar sus problemas relacionados con la fe[20]. Los límites de la parroquia de San Lorenzo van a permanecer casi inalterables durante 256 años, pero a partir del año 1937 dos de sus primitivas ermitas se convertirían en sendas sedes parroquiales. El día 20 de noviembre del citado año se solicitó la creación de las nuevas parroquias de Tenoya y Tamaraceite, debido fundamentalmente al descomunal aumento de la población del municipio de San Lorenzo en los primeros años del presente siglo y sobre todo en los años que van de 1937 a 1939. Teniendo en cuenta aquellas circunstancias, el Obispado concedió la oportuna licencia el día 7 de diciembre de 1937, llevándose a la práctica el día 8 del mismo mes y año. Tamaraceite y Tenoya fueron los pagos que desde los comienzos acogieron mayor número de vecinos, pero en el presente siglo su papel se lo va a arrebatar el barrio de Guanarteme, situado en la periferia y frontero con el vecino municipio de Las Palmas. En este Barrio se va a asentar una población numerosísima a partir de la década de los años veinte del siglo XX, y será una zona de gran conflicto con el municipio vecino de la Capital, y a la postre el cordón umbilical que unirá a los dos municipios en cuestión; no sin antes atravesar por un sin fin de encuentros y negociaciones que no llevaron a acuerdo alguno. Será desde mediados del siglo XIX, cuando se comience a hablar de un nuevo puerto que sustituya al antiguo Muelle de San Telmo, de la ciudad de Las Palmas, que sería situado en el Puerto de Refugio de Las Isletas, y sería conocido como el Puerto de La Luz, iniciado en 1883, será por aquellas fechas cuando se agudicen los problemas entre San Lorenzo y su vecino de la Capital, debido fundamentalmente a la necesidad de expansión que conllevaba la nueva obra[21]. Como dato curioso, relacionado con el referido Puerto, data una interesante información del día 22 de octubre de 1820, siendo Alcalde de San Lorenzo D. Miguel Jiménez, en el que podemos leer que se acordó que se dirigiera un oficio al Ayuntamiento de la Capital con la finalidad de recordarles[22] que “desde tiempos inmemoriales estaba claro el lindero de la Jurisdicción por lo que respecta a la Justicia, desde la Acequia de San Nicolás, el Puerto de a Luz y la Isleta, lo que linda esto sea de este Cuerpo, que es la sisa y el mesón del referido Puerto”. Según este documento vemos como la jurisdicción civil de San Lorenzo abarcaba, desde 1681 hasta poco después de 1820, algo más de lo que se hacía mención en la jurisdicción eclesiástica, desde 1671 hasta 1821 aproximadamente, conteniendo la zona del Puerto y de la Isleta. Aproximadamente toda la zona que comprendía los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y San Lorenzo coincidía con lo que fue el cantón de Atamarasaid o Tamaraceite. El Municipio Capitalino estaba demandando que no tenía buena salida hacia su Puerto de la Luz, haciendo alusión a que sólo disponía de una estrecha franja de un kilómetro de anchura que atravesaba el litoral, olvidando que dicho Puerto y su zona colindante había pertenecido a la jurisdicción civil de San Lorenzo hasta 1821 aproximadamente (Ver Figura 3, señalado en rojo). ¿Por qué se desconoce todo esto, a pesar de que no haya transcurrido tanto tiempo? La explicación es bien sencilla, unida a la de los intereses de tipo político, y no es otra que la falta de información ocasionada por la destrucción y expolio del archivo del Cabildo de Gran Canaria en el año 1599 y el incendio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria del año 1842. FIGURA 6: División parroquial en el año 1937, en donde la zona rayada dentro de la nueva Parroquia de Tamaraceite sería la que ocupara con posterioridad la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar en Guanarteme, fundada en enero de 1.938. Elaboración del autor. La población del sector de Guanarteme será eminentemente obrera y relacionada directamente con el trabajo en el Puerto de la Luz y debido a su descomunal aumento los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria, Cristóbal y Martín Saavedra Ramos pidieron una licencia para construir una Capilla en la Barriada de Guanarteme, haciendo constar que la destinarían para el servicio de sus habitantes, aprobándose su pedimento el día 20 de mayo de 1924[23]. El factor reseñado del aumento de población en aquella zona hará que en muy poco tiempo la antigua parroquia de San Lorenzo se fragmente de nuevo, y con ello sus primitivos límites van a disminuir de forma repentina. Hemos visto como la población del municipio de San Lorenzo se dispara, sobre todo a partir de la década de los años veinte, aunque ya desde el año 1910 se inició su ascenso vertiginoso, y ello va a ser la principal razón para que se funden, primero las parroquias de Tenoya y Tamaraceite, y con posterioridad la de Guanarteme. Precisamente será el sector de Guanarteme, como ya hemos visto, el que va a jugar un papel fundamental en la desaparición del municipio de San Lorenzo, ya que los límites con el municipio de Las Palmas de Gran Canaria siempre fueron polémicos en este término fronterizo, pero es a partir de la década de los años treinta del presente siglo cuando la necesidad imperiosa de crecer que tenía la Ciudad, por la zona de Guanarteme, va a llevar en poco tiempo a que la Capital se anexione el municipio de San Lorenzo, de una forma totalmente incorrecta, según escrito del Ministerio de la Gobernación de 30 de noviembre de 1939. Como vimos anteriormente, el 8 de diciembre de 1937 se crearon las dos nuevas parroquias y sus límites serán: La Parroquia de Tamaraceite limitará al norte y al naciente con el mar y con tres parroquias de la Capital, que eran la de Nuestra Señora de la Luz, la de San Bernardo y la de San Francisco; al sur limitaba con la parroquia matriz de San Lorenzo, haciéndose constar que el pago de Almatriche seguiría perteneciendo a San Lorenzo por voluntad de su vecindario. Por el poniente lindaba con el Barranquillo de Jacomar, desde su desembocadura en el mar hasta el punto donde se le unía otro barranquillo que bajaba por el lado de poniente desde el pago del Toscón, quedando este último pago perteneciendo a la parroquia de Tamaraceite. Estos límites parroquiales no iban a estar vigentes durante mucho tiempo, debido a que dos meses después se crearía la parroquia de Nuestra Señora del Pilar, en Guanarteme, con lo que ambas parroquias se dividieron los límites antes citados, quedándose la de Guanarteme haciendo frontera con las parroquias de Las Palmas antes citadas y cubriendo su jurisdicción los pagos de reciente formación, como eran los de Las Arenas, La Minilla, Chile y la misma Barriada de Guanarteme, todos ellos de población obrera y muy relacionados con el Puerto de la Luz, como ya se ha mencionado. (ver figura 5). FIGURA 7: Esta pequeña porción del plano de deslinde entre San Lorenzo y Las Palmas, quiere representar el lugar exacto, en la Playa de las Canteras, que servía como referencia limítrofe. Exactamente se trata de la Peña la Vieja, que se encontraba frente a la caseta del amarre del cable telegráfico. La Parroquia de Tenoya tenía sus limites, al norte con el mar, al naciente con el Barranquillo de Jacomar, al sur con la carretera que conduce a Teror, y al poniente con el Barranco de Tenoya que la separaba de las parroquias de Arucas y de Montaña Cardones[24]. La mencionada Parroquia de Nuestra Señora del Pilar, en Guanarteme, se fundó el día 29 de enero de 1938, siendo su primer párroco D. Andrés de la Nuez Rodríguez[25].
Hemos hecho un largo paseo por los límites de la primitiva parroquia y municipio de San Lorenzo, recorriendo sus barrancos: el de Tenoya, el del Guiniguada, llegando al ya mencionado Molino de Albiturría y siguiendo por los lomos que rodeaban a la Ciudad, comenzando por el Lomo de Apolinario y continuando por los Barrancos de la Ciudad, y a través de sus Arenales iba a terminar en la Playa de las Canteras, justo en la caseta de amarre del cable telegráfico que nos conectaba con la isla de Tenerife, justo frente a la denominada Peña la Vieja, monumento natural representativo de la citada playa(ver figura 7) , aunque antes de esa fecha vimos como los límites municipales llegaban hasta la misma Isleta y Puerto, ocupando toda la zona que otrora ocupara aquel legendario e importante cantón de Tamaraceite. Como hemos podido apreciar, la magnitud tanto del municipio como de la parroquia de San Lorenzo, era de una extensión considerable dentro del contexto municipal insular.
Juan Francisco Santana Domínguez
*Este documento que habla de los límites de San Lorenzo está sacado del libro “Historia del Municipio San Lorenzo: Recuperando la Memoria Histórica”, del mismo autor, aunque ha sufrido algunos cambios con respecto al original.
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