El pasado día 17 de Marzo, acudí, ante la atenta invitación de la Federación de Vecinos del Real de Las Palmas, a las primeras Jornadas de Transporte Terrestre de Viajeros en Gran Canaria, que se llevaron a cabo en el Centro Cívico La Ballena. Tuve la oportunidad de no sólo verles el careto a todos, sino además de decirles algunas lindezas a la cara. Me gustaría recordarles algunas cosas que allí escuché, entre otras, mal pronunciadas.
Empezaré con el Sr. Don Jesús González Dumpiérrez quien se vanagloriaba de que su jurisdicción tiene 100 Km2, cosa no cierta, puesto que sólo tiene 49 Km2, le recuerdo que los otros 51 km2 fueron anexionados ilegalmente del Excmo. Ayto. San Lorenzo, que se extendía desde Tenoya y llegaba por un lateral a la Minilla o los Arenales, la calle Franchy Roca, y por otro lado hasta la misma esquina del Cuartel de Mata (o el de la legión), como más les guste recordar, por ahí podría continuar. Pero no es la historia la que me lleva hoy ante estas cuartillas impregnadas de jeroglíficos que al final forman palabras que algunos entienden y a otros no les interesa entender, sino por recordarles que en Tamaraceite existe una obra faraónica a la que en su día llamaron intercambiador, y que lleva varios años terminada y que aún estamos esperando que intercambie algo: peras por manzanas, uvas por ciruelas, algo, aunque sea para amortizar la gran inversión allí realizada. Aún no se ha puesto en marcha, lo digo mas que nada para justificar el gasto, quizás si las Guaguas Municipales llegaran a Tenoya y toda esa zona, ayudaría a mitigar en algo la deuda que tienen. Que desde que el Sr. Mauricio era concejal del área de transportes prometió que las Guaguas Municipales iban a llegar a Tenoya y todavía las estamos esperando, yo tenía por aquel entonces 14 años y ahora tengo 39. Hubo un vecino, llamado Pepito (en paz descanse), quien se atrevió a recriminarle que las Guaguas Municipales no llegarían a Tenoya y por lo tanto él no se pondría a la cabeza de ninguna manifestación, ¡que sabías son las palabras de los viejitos!. Como digo siempre: “los cuentos de los viejitos son libros chiquitos”.
Empezaré con el Sr. Don Jesús González Dumpiérrez quien se vanagloriaba de que su jurisdicción tiene 100 Km2, cosa no cierta, puesto que sólo tiene 49 Km2, le recuerdo que los otros 51 km2 fueron anexionados ilegalmente del Excmo. Ayto. San Lorenzo, que se extendía desde Tenoya y llegaba por un lateral a la Minilla o los Arenales, la calle Franchy Roca, y por otro lado hasta la misma esquina del Cuartel de Mata (o el de la legión), como más les guste recordar, por ahí podría continuar. Pero no es la historia la que me lleva hoy ante estas cuartillas impregnadas de jeroglíficos que al final forman palabras que algunos entienden y a otros no les interesa entender, sino por recordarles que en Tamaraceite existe una obra faraónica a la que en su día llamaron intercambiador, y que lleva varios años terminada y que aún estamos esperando que intercambie algo: peras por manzanas, uvas por ciruelas, algo, aunque sea para amortizar la gran inversión allí realizada. Aún no se ha puesto en marcha, lo digo mas que nada para justificar el gasto, quizás si las Guaguas Municipales llegaran a Tenoya y toda esa zona, ayudaría a mitigar en algo la deuda que tienen. Que desde que el Sr. Mauricio era concejal del área de transportes prometió que las Guaguas Municipales iban a llegar a Tenoya y todavía las estamos esperando, yo tenía por aquel entonces 14 años y ahora tengo 39. Hubo un vecino, llamado Pepito (en paz descanse), quien se atrevió a recriminarle que las Guaguas Municipales no llegarían a Tenoya y por lo tanto él no se pondría a la cabeza de ninguna manifestación, ¡que sabías son las palabras de los viejitos!. Como digo siempre: “los cuentos de los viejitos son libros chiquitos”.
Advertir además al lector, que en Tenoya, además de no tener servicio de Guaguas Municipales, ya no tiene su parada de taxi ubicada en la vieja Escuela, la cual ha sido rehabilitada como Casa Cultural pero no inaugurada – desconozco el motivo – negando así un espacio donde los jóvenes puedan consultar libros, ordenadores con acceso a ADSL, (siempre y cuando Telefónica realice mejoras en sus instalaciones por que en algunas partes del pueblo todavía no llega por encontramos en un área rural que nos dispensa – parece – de tener derecho a ello, pero sí a pagar).
Luego intervino el Sr. Arquitecto Don Luís Padrón Barrera, quien opinaba que el Tren en vez de llegar bordeando la costa, lo hiciera como si fuese un metro. Me gustaría saber si éste señor se ha parado a pensar - haciendo honor a su segundo apellido - cuantas “barreras” arquitectónicas tendría que soportar por dicho paso de tren, acrecentando aún más el presupuesto inicial y su posterior mantenimiento. Habría por ejemplo que reforzar la zona de San José, que ya tuvieron bastante cuando se construyó el túnel bajo sus cosas para la famosa autovía. Habría además que traer maquinaria especial inexistente en Canarias, tendría que luchar con los terratenientes y aguatenientes, dueños éstos de pozos, presas, minas de agua, etc…, amén de expropiaciones a particulares, seguramente.
Este medio de transporte mandará cientos de personas al paro que realizan su trabajo comunicando el norte y sur de la isla. ¿Qué utilidad práctica tendrá este salvo el de crear mas endeudamiento de las arcas insulares?, no nos olvidemos que al igual que un coche, una guagua, un camión, el tren también requiere de un mantenimiento y ¿en cuánto se derivará dicho mantenimiento?, además le diré a éste sr. Arquitecto que la zona a la que se refería como paso del transporte guiado le decían los Arenales por algo, y si no que se lo pregunten a los que construyeron el edificio Urbis a la entrada de Mesa y López, ¿cuántas planchas y no digo camiones tuvieron que sacar y cuánto negocio se hizo con esa arena para poder hacer el edificio?
Y he querido dejar para lo último al Sr. Don Wenceslao Berriel Martínez (a quien su sueldo en el Cabildo como autoridad única del transporte en Gran Canaria no le debe llegar para ir a un peluquero o debe de rebanarse tanto los sesos en como resolver el problema de Guaguas Melenara, que el pobre no debe tener tiempo para ir a la peluquería), quien dice disponer de estadísticas que dicen que la población de Gran Canaria está a favor de un tren, con energías renovables. No sé a quien le preguntarían, a mí desde luego no. Respecto a las energías a utilizar, lo mismo dijeron en Tenerife con el Tranvía y al final se tubo que realizar con la energía tradicional y no renovable, como se prometía en un principio.
Y por último a Sr. Don Wenceslao Berriel Martínez le diré, que existen varias fórmulas para resolver si quisiera el asunto de Guaguas Melenara. Está el fondo de garantía salarial, de los que todos los trabajadores disponemos, en el que se nos descuenta un tanto por ciento de nuestro sueldo para situaciones en la que la empresa no pague, tirar de ahí. También se les puede adelantar el dinero y luego irlo recuperando poco a poco, hasta que cada uno pague su parte con retenciones en la nómina. Embargar las cuentas al actual concesionario de la licencia hasta que se haga efectivo el pago de todas las nóminas. O, si todas las licencias están caducando, ¿por qué no les adelanta el dinero de las nóminas de los trabajadores y no sacar a concurso esa línea de Guaguas hasta que recupere de nuevo todo el capital invertido, nombrando un Gerente apropiado para tal cuestión? Es decir, solución hay, pero interesa más el trenesito por que da más de comer a los amigotes o aquellos que invirtieron en sus respectivas campañas electorales, así que no se preocupe la población de Gran Canaria, que trenesito tendremos: cerrarán calles, harán un montón de virguerías, pero al final saldrá el tren, ya el Sr. D. Wenceslao lo tiene en mente y les aseguro que no le va a importar que se deje de mandar personas al paro, porque a los taxistas no les salgan las cuentas para pagar sus impuestos y tengan que retirar sus licencias, o que determinados colectivos de guaguas tengan que hacer lo propio. Tendremos que dejar nuestros vehículos en determinadas zonas de la ciudad, porque cortarán calles enteras para que el tren pase etc. etc. Hasta nuestros paisanos de Tenerife se saldrán con la suya, porque dentro de poco le tendremos que cambiar el nombre a la isla, en vez de ser Gran Canaria, va a pasar a ser “Topolandia” ya que nuestra vida se va a desarrollar más en subsuelo de la misma que la superficie de ésta.
Luego intervino el Sr. Arquitecto Don Luís Padrón Barrera, quien opinaba que el Tren en vez de llegar bordeando la costa, lo hiciera como si fuese un metro. Me gustaría saber si éste señor se ha parado a pensar - haciendo honor a su segundo apellido - cuantas “barreras” arquitectónicas tendría que soportar por dicho paso de tren, acrecentando aún más el presupuesto inicial y su posterior mantenimiento. Habría por ejemplo que reforzar la zona de San José, que ya tuvieron bastante cuando se construyó el túnel bajo sus cosas para la famosa autovía. Habría además que traer maquinaria especial inexistente en Canarias, tendría que luchar con los terratenientes y aguatenientes, dueños éstos de pozos, presas, minas de agua, etc…, amén de expropiaciones a particulares, seguramente.
Este medio de transporte mandará cientos de personas al paro que realizan su trabajo comunicando el norte y sur de la isla. ¿Qué utilidad práctica tendrá este salvo el de crear mas endeudamiento de las arcas insulares?, no nos olvidemos que al igual que un coche, una guagua, un camión, el tren también requiere de un mantenimiento y ¿en cuánto se derivará dicho mantenimiento?, además le diré a éste sr. Arquitecto que la zona a la que se refería como paso del transporte guiado le decían los Arenales por algo, y si no que se lo pregunten a los que construyeron el edificio Urbis a la entrada de Mesa y López, ¿cuántas planchas y no digo camiones tuvieron que sacar y cuánto negocio se hizo con esa arena para poder hacer el edificio?
Y he querido dejar para lo último al Sr. Don Wenceslao Berriel Martínez (a quien su sueldo en el Cabildo como autoridad única del transporte en Gran Canaria no le debe llegar para ir a un peluquero o debe de rebanarse tanto los sesos en como resolver el problema de Guaguas Melenara, que el pobre no debe tener tiempo para ir a la peluquería), quien dice disponer de estadísticas que dicen que la población de Gran Canaria está a favor de un tren, con energías renovables. No sé a quien le preguntarían, a mí desde luego no. Respecto a las energías a utilizar, lo mismo dijeron en Tenerife con el Tranvía y al final se tubo que realizar con la energía tradicional y no renovable, como se prometía en un principio.
Y por último a Sr. Don Wenceslao Berriel Martínez le diré, que existen varias fórmulas para resolver si quisiera el asunto de Guaguas Melenara. Está el fondo de garantía salarial, de los que todos los trabajadores disponemos, en el que se nos descuenta un tanto por ciento de nuestro sueldo para situaciones en la que la empresa no pague, tirar de ahí. También se les puede adelantar el dinero y luego irlo recuperando poco a poco, hasta que cada uno pague su parte con retenciones en la nómina. Embargar las cuentas al actual concesionario de la licencia hasta que se haga efectivo el pago de todas las nóminas. O, si todas las licencias están caducando, ¿por qué no les adelanta el dinero de las nóminas de los trabajadores y no sacar a concurso esa línea de Guaguas hasta que recupere de nuevo todo el capital invertido, nombrando un Gerente apropiado para tal cuestión? Es decir, solución hay, pero interesa más el trenesito por que da más de comer a los amigotes o aquellos que invirtieron en sus respectivas campañas electorales, así que no se preocupe la población de Gran Canaria, que trenesito tendremos: cerrarán calles, harán un montón de virguerías, pero al final saldrá el tren, ya el Sr. D. Wenceslao lo tiene en mente y les aseguro que no le va a importar que se deje de mandar personas al paro, porque a los taxistas no les salgan las cuentas para pagar sus impuestos y tengan que retirar sus licencias, o que determinados colectivos de guaguas tengan que hacer lo propio. Tendremos que dejar nuestros vehículos en determinadas zonas de la ciudad, porque cortarán calles enteras para que el tren pase etc. etc. Hasta nuestros paisanos de Tenerife se saldrán con la suya, porque dentro de poco le tendremos que cambiar el nombre a la isla, en vez de ser Gran Canaria, va a pasar a ser “Topolandia” ya que nuestra vida se va a desarrollar más en subsuelo de la misma que la superficie de ésta.
BUENO, ¡ PAZ Y FELIZ TRENESITO PARA TODOS ¡
Domingo M. Guerra Hernández