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Categoría: La voz silenciada
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Si nos situamos en los momentos anteriores a la conquista, antes de la llegada de los primeros conquistadores, la Isla estaba dividida en cantones (territorios poblados que tenían sus propios líderes) y entre aquellos cantones estaría el de Atamarazait, también aparece como Atamarasaid, Atamaraseid, Atamarazaid, más tarde pierde el prefijo “a” y aparece como Tamarazayte y otros similares, para adoptar el definitivo Tamaraceite bien avanzado el siglo XIX. Concretamente se hace definitivo hacia 1873, pues hasta aquel momento era normal encontrarlo escrito de diferentes maneras: Tamaraceyte, Tamarasaite. Este es un nombre de origen amazigh, conservado, como otros tantos topónimos, de la rica tradición cultural que nos une al norte del continente africano y a al pueblo bereber[2].

¿Por qué esas diferencias en cuanto a su nombre? Sencillamente porque los antiguos canarios no conocían la escritura y los cronistas o escribientes europeos lo recogieron de la manifestación oral de aquellos pobladores y lo escribieron según les sonaba.

¿Cuál sería la extensión de Atamarasaid? Aproximadamente lo que hoy ocupa el Municipio de Las Palmas de Gran Canaria.

Todos aquellos cantones tenían sus núcleos más poblados, que en este caso coincidiría con el Tamaraceite actual. El principal asentamiento estaba ubicado en la zona de la Montañeta y sus alrededores, aunque también existían otros núcleos de poblamiento en lo que actualmente se conoce por Siete Puertas, San Lorenzo o la Montaña de San Gregorio, por citar algunos, además de Atenoya, que formaba un cantón independiente. Como prueba de que existieron aquellos poblados o pequeñas comunidades tribales nos han quedado, no sólo las cuevas-viviendas, los restos de construcciones diversas y el rico legado cultural de la riqueza de la toponimia, sino que también las crónicas nos hablan de aquellos asentamientos a los que acudían los recién llegados a realizar operaciones de rapiña y a hacer prisioneros.

Una vez explicado lo que era el gran cantón de Atamarazait se comprenderá la razón del topónimo de San Lorenzo de Tamaraceite. Sencillamente se construyó una pequeña ermita hacia el año 1640 a la que se le puso el nombre del mártir San Lorenzo, hecho que hizo que el pueblo fuera conociéndolo como el Lugar del Señor San Lorenzo de Tamaraceite (antes denominado el Lugarejo de Tamarasayte), también eran conocidos como Tamaraceite los Lomos que rodeaban lo que sería la futura Ciudad, o también el Llano de Santa Catalina, El Toscón o la Hoya de Paterna, por citar algunos ejemplos, dándonos una idea de las dimensiones de aquel antiguo cantón. El antiguo nombre que hacía alusión a San Lorenzo de Tamaraceite con el paso del tiempo se fue abreviando, debido a que era más sencillo a la hora de hablar, y se perdió la coletilla que hacía alusión al recuerdo de que toda la zona era denominada Tamaraceite y así ha llegado hasta nosotros.

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Notas sobre el municipio de San Lorenzo de Tamaraceite: un ejemplo de injusticia histórica - Autor Juan Francisco Santana Domínguez
En la portada ha sido fotografiada una obra de Javier Santana Domínguez, inspirado en las Cuevas del Rey, en el Barranco de Tamaraceite - Adeum

En aquella zona de Atamarazait, antes de la conquista definitiva, nos encontramos con un líder canario, con Adeum, este hombre defendió bravamente su cantón y también intervino en los ataques que los canarios hicieron a la Torre de Gando, como respuesta a las acciones de rapiña, expoliación, saqueo, enfrentamientos y muertes que se llevaron a cabo por los recién llegados europeos. De Adeun de Atamarasaid sabemos que era uno de los hombres más importantes de la Isla, un jefe o guerrero canario que fue a Lanzarote, con otros nueve nobles isleños, a pedir perdón a Diego de Herrera, que era el poseedor del Señorío de las Islas Canarias, debido al mencionado ataque a la Torre de Gando. Ese hecho histórico, en donde el cantón de Atamarazait estaba representado por Adeum, tuvo lugar el día 11 de enero de 1476, poco antes de que la Isla fuera incorporada a la Corona de Castilla.

En tiempos del Gobernador Juan Rejón, antes de ser conquistada la Isla, “los canarios venían con sus cuadrillas sobre la montaña, a vista del Puerto” y es en esa zona, concretamente en El Cardón donde tenemos constatado y pasados los años noticias de un lugar al que se le denominaba la osera de los canarios y luego Las Huesas[3], que lindaba al naciente, poniente y sur con el Barranco que va a Guanarteme. Se trata de la parte baja del Cardón, la que a modo de balcón se asoma sobre la zona del Istmo, desde donde se divisa el Puerto de la Luz. Se preguntarán qué relación tiene una cosa con la otra, la respuesta es muy clara porque yo recuerdo aún siendo un niño jugar en aquella zona en donde encontrábamos huesos y más huesos, aquel niño se preguntaba la razón de aquel lugar lleno de huesos, tanto en la superficie como cuando se movía la tierra. Posiblemente en aquella zona tuvo lugar un enfrentamiento de Adeum y los suyos para evitar que los europeos llegaran al poblado de Atamarasaid, donde se encontraban las mujeres, niños y ancianos, e intentaron parar al enemigo, pero no lo pudieron evitar. Posiblemente aquellos huesos serían el desenlace de una batalla que libraron los canarios contra los europeos, dejando sembrado aquel terreno de cadáveres. Desgraciadamente hoy en día Las Huesas quedaron bajo el asfalto de las nuevas urbanizaciones industriales que en la zona de El Cardón se han hecho desde hace unos años.

El mencionado enfrentamiento en Los Lomos del Cardón pudiera ser el momento en que Adeum perdiera la vida en defensa de la libertad de los suyos. Aquel primer gran enfrentamiento, en las cercanías del Real de Las Palmas, entre canarios y europeos del 28 de junio de 1478, cuando Juan Rejón y sus tropas salieron vencedores dando muerte a muchos canarios y el resto de los isleños se replegaron hacía el centro de la Isla. ¿Fue en Las Huesas de El Cardón aquella batalla? Si salió ileso de aquel primer enfrentamiento pudiera ser que también luchara contra Pedro de Vera: “Inauguró Pedro de Vera sus campañas con una gran victoria en la cuesta de Arucas…retirándose al final los canarios completamente derrotados y se refugiaron en las alturas de Gáldar, Moya y Tamaraceite”.

Vemos como Tamaraceite es nombrado una y otra vez en cualquier crónica de la conquista así como también se nombra a Tenoya: “Hacia 1479 Pedro Fernández de Algaba[4]… reanudaron la campaña contra los canarios con tan malísima fortuna que nuestras tropas sufrieron un grave revés en la cuesta de Tenoya”. Es evidente que aquella historia la escribieron los vencedores, los más fuertes en el plano de la guerra, y de ahí su lamentación cuando los canarios logran derrotarles porque si hubiera habido algún cronista que relatara los hechos que acontecieron en aquellos momentos, escrito desde el punto de vista de los canarios, otras verdades hubieran salido a la luz y no la que interesaba al bando vencedor.

Nos podemos imaginar aquellos ejércitos de hombres con armaduras y armas muy sofisticadas para la época, enfrentándose a palos y piedras, ocasionando bajas de todas la edades en la población canaria, como puede verse en el espeluznante documento de la entrada de los europeos en Tamaraceite y de las atrocidades que se cometieron[5]: “Juan Rejón …salió con 300 hombres y 30 caballos a los campos de Tamarasayte, Tenoya y Arucas, destruyendo todos sus higuerales y sementeras, dando fuego a las casas de sus Lugares y haciendo prisioneros de todas las edades”. ¿Los canarios se mantuvieron impasibles ante tales atropellos o reaccionaron violentamente en contra del enemigo que les aplastaba? ¿Las casas a las que se les dio fuego estaban deshabitadas? ¿Qué sucedió con Adeum?

Adeum pudiera ser uno de los personajes que fueron trasladados a la fuerza a Castilla, ya que los conquistadores, para sofocar los intentos de rebelión, trataron de alejar a los más ardientes defensores[6]: “Los antiguos menceyes, parte de ellos, y los principales guanches fueron trasladados a Castilla”. Muerto en uno de aquellos enfrentamientos o trasladado a Castilla, lo cierto es que Adeum es el primer personaje de nombre conocido, del otrora cantón de Atamarasaid.

Juan Francisco Santana Domínguez
Doctor en Historia


[1] SANTANA DOMÍNGUEZ, JUAN FRANCISCO. Este artículo es parte del libro “Notas sobre el Municipio San Lorenzo de Tamaraceite: un ejemplo de injusticia histórica”. Ediciones del Gobierno de Canarias 2007. Sólo ha sufrido algunas pequeñas variaciones, que enriquecen y complementan aquel trabajo.
[2] Profesor Abraham Louft -Guarani. De su charla “La toponimia amazigh de Canarias”. Gabinete Literario. Día 26 de abril de 2007.
[3] A.H.P.L.P. Vicente Martínez. Nº 3.309. Año 1862. fs. 540v y ss.
[4] DARIAS Y PADRÓN, DACIO V. : “Breves nociones sobre la historia general de las Islas Canarias”, p. 53. La Laguna 1934.
[5] CASTILLO VERGARA, P. A.: Descripción histórica y geográfica de las Islas Canarias. p. 304, Las Palmas de Gran Canaria 1960.
[6] BREMON Y CABELLO, JOSÉ MARÍA: “Bosquejo histórico y descriptivo de las Islas Canarias”. p. 73. Madrid 1847.