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Don Juan el Canario ya tenía lo suyo después de burrear toda la vida, lamentaba desconsolado y en silencio que su cuerpo no lo acompañara en sus deseos.

Debía calcular paso por paso, apoyado en su azada guataca deambulaba por el patio de su casa de retiro, pero una vida de actividad fecunda crea hábitos inolvidables.

Si bien ya se había alejado  de la cría de vacunos y lanares, labranza y cosecha como colono mediero,  podía, cada vez menos, disfrutar pasatiempos  como para entretenerse, remendar bolsas y guarniciones, trenzar un lazo, tusar un mancarrón, emprolijar los vasos de un potro y las pezuñas de un toro, todas tareas  para nada rentadas pero retribuidas con el afecto que despertaba su nobleza y desprendimiento, hacia  propios y extraños.

La vidita del viejo se desarrollaba dentro de  la casa y su  fondo patio, alimentando con celo  los animales domésticos, cuidando huerto y  plantas, en  perfecta coordinación simbiótica con los deseos de su esposa desde hacía mas de 50 años, la canaria Doña Julia Henríquez González.

En  el patio  de tierra no dejaba venir la grama a pura azada y escoba, contrariando las costumbres de sus ex patrones británicos de rodearse de gramilla baja.

Era el necesario comodín,  mas servicial que un yesquero (1),  apoyo de parientes y vecinos, ayudando siempre, aunque no se lo pidiesen..

Tanto tiempo para meditar a alguien acostumbrado a obrar más que a pensar, provocaba una vuelta en su conducta, estaba melancólico y demasiado sensible para un hombre aparentemente tan duro, justamente él, que se despidió de sus padres a los 17 años en 1886, en  el pago de Tamaraceite, Municipio de San Lorenzo en la Gran Canaria , forzado a no verlos nunca mas, a un metro de distancia, bajando la vista y arrugando la boina, ni un lloro ni un abrazo ni un beso, esas debilidades no eran para esos canarios.

Ablandarse  él, que susurraba  en el trato de usted a sus hijos y esposa  y luego checheaba(2) y carajeaba(3)  aturdiendo a cualquiera de afuera, por fornido que fuese o armado que estuviese,

Justamente él,  Don Juan el Canario, el de la chacra Sansofé, aflojaba ahora, en su senectud.

Viendo las cosas, su hijo menor Alfonso Jiménez Henríquez, fino ebanista desocupado, tarareaba buscando confirmación (4), un tango, sin que lo escuchase su madre, la siempre muy bella , morrocotuda y canarísima  Doña Julia Henríquez González ,

El hombre como el caballo,
Cuando ha llegado a la meta,
Afloja el tren de carrera
se vuelve manso y sobón.-

Después de la Navidad, que con su carga de esperanza desentuma perdones,  la pampa argentina ofrece jubileo de rayos candentes,  rubrica los frutos escalonados en su cosecha, arranca tímida con los nísperos en Agosto y Septiembre, las moras en Octubre , después de la trilla del trigo, la cosecha de  carozos , y los primeros días de Enero a las uvas se  le adelantaban  las brevas de los  higos, los choclos reían a calderadas y todo era fiesta y abundancia, para los grandes usuarios del monte frutal , los pájaros silvestres.

El Viejo, un par de horas antes del alba, revivía el fuego con sarmientos de la poda de las parras y calentaba solo un jarro de agua, con dificultad llevaba pava y mate abajo de los árboles frutales y se extasiaba con la mansedumbre de los variados pájaros que ignorándolo  discutían y arreglaban sus diferendos de pareja y territorio a puro grito y picotazo.

 Su relación con los pájaros hasta entonces  era por demás de alegre  y solidaria, horneros, martín pescador, benteveo, calandria, zorzales y tordos, todos cantores, lo reconfortaban con su confianza.

El  Viejo en  soledad, conversaba a su modo con los  pájaros, hasta hacía arreglos ofreciendo beneficios porque el tenía mucho que envidiarles, sobre todo la agilidad y el canto, y especialmente mucho tenía para rogar ese año  a los pájaros.

Bien recordaba a los capirotes,  las cantoras aves  canarias de su niñez, el abubilla o tabobo, papamoscas cerrojillo, petirrojo, zorzal, lavandera blanca, vuelvepiedras, correlimos zarapitín,  los confundía  con los de su ocaso, las calandrias, zorzales, benteveos, boyeros,  horneros y congos, ya no los distinguía, para el  eran los mismos, los de siempre, asimilaba los repentistas(5) canarios con los payadores(6) rioplatenses

Le había hecho muchos favores a los pájaros, si bien no era hombre de enrostrar gentilezas, había incentivado el desarrollo  del ingénito instinto antigato que tenía su perra, la Loli y  los felinos  del barrio oteaban maullando a los pichones de la casa de Don Juan desde cien metros, no se atrevían a saquear los nidos.

Jamás Juan podaba un árbol perenne, los sabía el refugio de  invierno y amparo perfecto, también  tenía a raya a los perros, si amagaban correr un pájaro  o acosarlo, un muy leve golpe de azada era el recordatorio que estaba vedado molestarlos, inclusive, días atrás se plantó frente a la Loli, su sombra, defendiendo un pichón de calandria, que los padres reclamaban  a puro chillido que se escondiese ante la proximidad de la perra.

Durante todo el año, todos los días con cualquier tiempo, de la pitanza de la perra apartaba un par de cucharones de polenta y lo depositaba cuidadoso en la horqueta de un níspero, de ahí los emplumados se servían a destajo.

Si señor, era coherente y hasta justo que el viejo pensase que los pájaros deberían corresponderle, cumplir su palabra, era tan poco lo que les pedía.

Juan había establecido que los pájaros podrían probar de todas las frutas para su consumo, inclusive podrían devorar entera una parra de moscatel blanca, pero….había unas uvas de una planta que indefectiblemente no debían tocar, era la primera cosecha de una  uva canaria…….una Maria Ordoña (7) , con ella haría el vino para todo el año, 25 baldes de 20 kilos, harían 500 kilos de uva, eran 365 litros de vino tinto, un litro por día, medio en cada comida, un cuarto para él  y  un cuarto para  Doña Julia, que bien sabía de cálculos, su marido, era  analfabeto.

Don Juan llevaba a  su relación con los pájaros, lo que había escuchado repetidas veces de niño, en la Parroquia de San Lorenzo en la Gran Canaria donde fue bautizado el  29  de  Marzo de 1869, y vuelto a escuchar lo mismo, ya padre de familia, en la Parroquia Exaltación de La Santa Cruz de Noetinger, Pcia de Córdoba en Argentina.

De todas las frutas  menos de una, había dicho Dios a Adan y Eva, y lo mismo dijo Don Juan a los pájaros, que habrá mas bueno y justo que repetir lo que proponía Dios, farfullaba.

Sudaba frío imaginando ver verdaderos jolgorios de plumas y parloteo, devorándose hasta la ultima uva, hecha pasa, de la parra  que hacia 4 años velaba,  una Maria Ordoña, traída desde  Gran Canaria por un paisano exilado. Si lo pájaros, lo mas parecido a un ángel por las alas, que eran de canto, eran además de palabra, se abstenian de devorarlas, cumpliendo el mandato divino, Don Juan  tendría  entonces su tesoro, un pedacito de Tamaraceite  diariamente en su mesa y por fin,  recién este año, 1948, lo premiaría Dios con un millón de uvas canarias, dulzonas, redondas y color negro-azulado.

Conocedor a fondo de la situación, ya que el  mismo la había creado, ansioso, dudaba del éxito, pero bien  sabía que quería, quería las uvas para hacer vino canario  para todo el año.-

Los vecinos comedidos  sugerían soluciones, el  farmacéutico, catalán  sefardí del Call de Barcelona, lo quería convencer que no era cuestión de entregarse, había que pelearla, como todo en la vida, de acuerdo a su profesión  le hizo un análisis de todos los componentes del problema, los parámetros normales y los patológicos de la conducta  de:  pájaros, frutas, cualquiera menos una, Dios, ángeles, uvas canarias, primera cosecha, polenta diaria, perros tolerantes y hasta  los gatos.

 El boticario, sabio del pueblo afirmó que ahí estaba la solución, había que espantar los pájaros con los gatos, ¡sin que los hieran!,  aclaró como un rayo y asintiendo Don Juan,  

 -Que solo los  espanten, bien podrán hacerlo estos gatos, que no todo emplumado es Calcuta- (8 )

Pero al  viejo le disgustaba demasiado pactar con  el enemigo de toda  la vida, el sefardí rebuscó en su sabiduría una respuesta  degradante:

- Aprenda  Don Juan de quienes nos mandan, ¿que harían los dueños de la estancia si tuviesen este problema, ¿eh?, los británicos no tienen aliados permanentes, pero sí intereses permanentes, como dijo mi ex paisano Benjamín Disraeli,  si  quiere salvar las uvas, atraiga los enemigos de sus protegidos que se le han vuelto enemigos,  pero póngale limites, si puede, recuerde , vencerá pero no convencerá, como les dijo Unamuno a los franquistas en la Universidad de Salamanca en 1936, el gato es……..gato.

Al otro día a Doña Julia le desaparecieron de la charquera (9) dos lascas de hígado, le pareció raro, pero pasó,  porque  ella también renegaba con su memoria y su  vista.

 El hígado cortado en dados hizo el caminito de la zona de los gatos hasta la parra primeriza repleta de  pintona uva canaria., un nieto, el Tito Bianucci apoyó el operativo con medio bofe de  un  yeguarizo quebrado que se lo  ató a los alambres y tutores que sostenían la parra.

Los gatos, cinco adultos  y dos cachorros se relamían los bigotes con tanto bastimento, se la pasaban todo el día y sus noches balanceándose entre los racimos  y hasta dormían despatarrados  y aburridos, el viejo respiraba agradecido, las uvas madurarían en un par de días y las pisaría haciendo un muy buen mosto con   las uvas del Bastardo Negro Canario, también llamado Maria Ordoña, oriundo de Tamaraceite.

 Pero, a los dos días,  Don Juan mirando la parra no divisaba ningún gato y ningún pájaro cerca, sí revoloteaban expectantes por los alrededores, dejó pasar toda la mañana, extrañado, almorzó mirando para la parra, toda violeta y verde, apenas pudo dormir la siesta preocupado, se levantó como para ir al escusado sin dejar de mirar la parra,  estaban todas las  uvas, hasta parecía que le sonreían, sin gatos ni pájaros, todo tranquilo, demasiado tranquilo malició.

 Volviendo del baño se acercó  a las uvas, las miraba extasiado, probó algunas, le falta un día mas, sentenció , pero detrás de él,  confiado y silencioso un zorzal colorado desde un fresno apuntaba el planeo derecho a la parra,  ni alcanzó a posarse junto a un racimo , cuando una sombra barcina salió del fondo de las  hojas de la parra y se les vino encima,  cayeron juntos, viejo,  gato y zorzal, el pájaro hecho un ovillo de plumas ensangrentadas, el gato mordió lo apresado y aprovechando el envión saltó y se refugió de nuevo en su escondite, lo recibieron con maullidos de pedidos de distribución, sus compañeros, todos emboscados.

Don Juan se apoyaba en la azada guataca para reponerse, él mismo que susurraba a la familia, era  ahora, un solo alarido :

 ¡Zape¡Mándense a mudar carajo!! ¡Hijunagranputa tuito los de tu laya !

Pretendía  discutir con los gatos a puteada limpia que ellos habían sido agasajados y mantenidos a manjares para que con  su figura disuadiesen  a los atrevidos pecadores digo  pájaros, no para que  los repriman escondidos, cobardemente emboscados  y ataquen a sus variopintos cantores, que necesitaban disuasión, no represión asesina.

Los gatos entendieron que se había terminado el conchabo y saliendo de a uno se hicieron chiquitos cruzando la calle y terminaron  indiferentes lamiéndose al sol, sobre un tapial.

Al rato nomás, sin semejante guardia pretoriana, los pájaros se acercaban  para el asalto final y ya probaban  algunas uvas primicia de maduración precoz, que si bien le faltaban según Juan un día de buen sol para vinificar, estaban más que aptas  para el consumo fresco.-

El boticario,  seguía analizando, estaba de acuerdo  con el viejo que en el Viejo Testamento, común a judíos y cristianos,  Dios había sentenciado, de todas las frutas  menos de una, pero si ni  Dios pudo con la naturaleza humana,  de ahí y salvando las distancias, el fracasado  arreglo con los gatos que había propuesto, evidentemente, los gatos aunque satisfechos de todo, como algunos hombres gozaban matando, se llevaban mas por su instinto represor ante indefensos,  que respetar pactos de convivencia  entre antagónicas personas inteligentes y decentes.

La novedad  había corrido por el pueblo, en cada mostrador de boliche (10) y en la salida de las misas había seguro un comentario sobre lo que haría el viejo, hasta lo visitaban para aconsejarlo,  todos le prometían algo malo a los pájaros que indolentes picoteaban la parra, turnarse para espantarlos,  municiones, maldiciones, comadrejas, gualichos, payé, pedradas, bombas de estruendo de la comuna, total para el 25 de mayo faltaba mucho, el chupinazo de los vascos, poner un carancho embalsamado, un par de gallos  o iguanas atados,  hacer ruido, hasta rezar.

Hugo Bur,  como descendiente de nacidos en el canton de Berna , proponía arreglar el asunto a la suiza, se vino con su sombrero emplumado y con  una  W&C Scott & son,  del 12 grande y 48 cartuchos recargados con finísima munición del 9, la del tiro al platillo cuando se terminaban las palomas , rodilla en tierra entre los tomates, ya estaba listo, cargado y asegurado, el viejo le susurró.

-Vete ya  Chacho, que si mi Julia nos vé, nos deguella de parao, a los dos-

Hugo Bur obedeció,  realmente lo quería al viejo, pero  le dejaba el armamento, por si se arrepentía…….

Don Juan, pacientemente, sacó de varios cartuchos las pequeñísimas municiones, y lo  recargó  con tierra, muy apretados los tacos, aprovecharía el ruido para espantar sin herir,

El primer tiro sonó como un cañonazo y el segundo remató la faena, gran desbande del pajarerío, voló la boina gastada por el aire, pero  su nieto preferido, el Tito Bianucci, llegó corriendo asustado   y al ver el humito salir de los cañones de la escopeta imglesa, corrió a avisar a Dona Julia

Aguela, Aguela,  el aguelo stá fusilando ai passarotti-.

Doña Julia Henríquez Gónzalez, maestra recibida, puesta  a chacarera por amor a su Juan,  la de la mano de terciopelo para acariciar a un nieto y capaz de matar de un ladrillazo a un ternero mañero, no tocaba el suelo con las chancletas, lo encara feo a Don Juan , y como instruida que era, toma altura y  masticando las palabras,  de menor a mayor le dice.-

-Con que fusilando,…… Juan Bautista, bien te tendrías que haber quedado en  Tenoya con tu amigo el Mingo Guerra Hernández o en tu Tamaraceite , o  en San Lorenzo  o mejor en Las Palmas, ya que eres tan afecto a  fusilar inocentes  que no están de acuerdo con tu deseo de baja grandeza a costa de cualquiera que se te cruce……….,

y tú,  mi Juan, luego te quejas de los dogos de presa que con un poquito de poder en Canarias, ya se creyeron  dioses y desarreglaron  todo a los tiros, se cargaron a cuanto adversario, distinto o indefenso que  se topó con ellos………..

 -Anda , dime Juan, mi Juan, que tú, por un vaso de vino en la mesa, no eres como esos, que han fusilado (13) al Juan Santana Vega, al  Antonio Ramírez Graña, al Manuel Hernández Toledo, al  Matías López Morales y al Francisco González Santana…………………., dime por el buen Dios que no eres así, porque sino, he vivido maguanida (14) cincuenta años, arrebujada (15) al lado tuyo, porque entonces, malimpiado(16) ha sido  todo……..y deja caer esa escopeta al escusado…….

o mejor  usted,- dirigiéndose al nieto,

llévesela de vuelta al  Hugo Bur y tíresela por las  patas de parte mía.

El nieto obediente  por decir algo al abuelo, que  cabizbajo y  avergonzado no tenía animo ni para explicar que solo  tiraba al aire, con tierra, sin municiones,

-Aguelo Juan, má vale passarotto in mano que cien volando-,

Pero más que  la mano fue el puño cerrado de Julia apenas  rozando sin tocar la boca del niño, amenazante le clavó los ojos azules que se volvieron gris acero;

¡Anda machango!......Si haz de usar tu mano que sea para liberar y nunca para oprimir..

¡Mas valen cien pájaros volando, que uno en tu mano!

Normando Vicente Jiménez Cesati
Enero de 2011

Barrio de Fisherton, Rosario Argentina
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Glosario

1.- Extraído de  El rancho - Romance/Aire de milonga.
Letra: C. M. Servetti. Música: Alberto Merlo.

2.-Chechear,  tratar de ché, tratamiento coloquial  no siempre afectivo, a veces degradante, como en este caso

3.- Carajear, mandar al carajo, lejos de su primogénita acepción marina, implica desprecio por la persona-

4.-  Si no lo dice un tango son macanas, axioma de Julián Centella, (1910-1974), poeta urbano de Buenos Aires, Macanas; tonterías. A ver si el orador se deja de macanas. Domingo Faustino Sarmiento(San Juan, Argentina, 15 de febrero de 1811 – Asunción del Paraguay, Paraguay, 11 de septiembre de 1888) Presidente de la Nación Argentina(1868-1874)

(5) y ( 6).- Repentista, en Canarias y el Caribe, improvisadores de poesías cantadas en décimas. Payadas, en el Rio de la Plata, improvisadores de poesías cantadas en contrapunto,
ver: http://www.folkloretradiciones.com.ar/payadores.htm

(7) Maria Ordoña, Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Bastardo_negro

(8).- Calcuta, gallo de pelea, legendario por su bravura,

(9). Jaula de tejido fino, colgada a los cuatro vientos,  precaria conservadora de carnes frescas y salazones

(10) Boliche: taberna, almacén

(11) Gualicho, El Gualicho (en mapudungun "alrededor de la gente, véase Erize) también conocido como Gualichú, Walichú, Hualicho o Gualitxo; es un tipo de espíritu o ser dañino presente en la mitología mapuche más austral y principalmente en la cultura Tehuelche. Wikipedia- Gualicho

(12) Payé,  hechizo o contra hechizo, talismán protector de los originarios pueblos guaraníes. Ver Velmiro Ayala Gauna (Corrientes, 22 de marzo de 1905 – Rosario, 29 de mayo de 1967 Cuentos correntinos.

(13)  www.municipiodesanlorenzo.com
Fusilados y encarcelados en el 1937

En el Municipio de San Lorenzo, Gran Canaria, colindante con Las Palmas su capital, al igual que en el resto de los municipios de toda España, sucedieron hechos relacionados con la Guerra Civil Española. En el año 1937 fueron fusilados las cinco primeras personas de esta lista, marcadas en cursiva, y el resto fueron condenados a diferentes penas de prisión.

Juan Santana Vega (conocido por Juan Machado).
Antonio Ramírez Graña.
Manuel Hernández Toledo.
Francisco González Santana.
Matías López Morales.
Demófilo Mederos Pérez.
Luis Falcón Déniz.
Antonio Rivero González.
José Fiol Santana.
Santiago Medina Tejera.
Manuel Henríquez Ruiz.
José Pérez Vera.
Juan Ojeda Lantigua.
Francisco Santana Vega.
Santiago Santana López.
Sebastián Rivero Santana.
Juan García González.
Salvador Pérez Nieves.
Antonio Alonso Cabrera.
Félix Montesdeoca Pérez.
Roque Montesdeoca Pérez. (Hoy en día vive)
Domingo Valencia Armas. (Hoy en día vive)

del libro “Historia del Municipio San Lorenzo de Tamaraceite: Recuperando la memoria histórica”,  de Juan Franciso  Santana Domínguez, que trata del juicio que se hizo a todos esos hombres:
Al anexionar el Municipio de San Lorenzo al de Las Palmas de Gran Canaria el silencio era lógico, no sólo por el momento histórico en que sucedieron los hechos, sino porque no hacía muchos meses que cinco vecinos del Municipio de San Lorenzo habían sido fusilados, concretamente el 29 de marzo de 1937, en el Campo de Tiro de Infantería de la Isleta, por ser considerados enemigos del régimen franquista. Los cinco fusilados fueron: D. Antonio Ramírez Graña, D. Manuel Hernández Toledo, D. Francisco González Santana, D. Juan Santana Vega y D. Matias López Morales. El primero de los citados era vecino de Tamaraceite y, el día 20 de febrero del año 1936, había solicitado un permiso para poder celebrar, el día 22 del mismo mes, un mitin, para los vecinos de Tamaraceite, Tenoya y la Barriada, por la constitución del nuevo gobierno del Frente Popular; en el caso de D. Juan Santana Vega, hay que decir que fue Alcalde de San Lorenzo, en lo que se dio en llamar el Ayuntamiento Comunista.
http://www.municipiodesanlorenzo.com/index.php?option=com_content&task=view&id=58&Itemid=56
www.municipiodesanlorenzo.com

(14) Maguanida;  voz canaria,  Atontada, sin razonamiento

(15) Malimpiado: voz canaria,  Desaprovechado, sin provecho

(16)Arrebujarse: voz canaria, Acercarse demasiado a una persona



Agradezco la colaboración del maestro armero lombardo Arquitecto Raúl Juan Bussola.

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