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    Hace poco más de 60 años el gobernador civil, a golpe de pistola, anexionó al municipio de Las Palmas de Gran Canaria el de San Lorenzo, que hasta 1939, y desde 1681, fue independiente de la capital, ocupando más de la mitad de la actual ciudad. Por muy raro que parezca, el pueblo de San Lorenzo, que durante estos días vive sus fiestas patronales, fue municipio hasta hace poco más de 60 años. Barrios como el de Guanarteme, Las Rehoyas y Tamaraceite pertenecían al extinto Consistorio, que ocupaba más de la mitad de la actual capital. Pero en 1939, tras varios sucesos un tanto extraños, Las Palmas de Gran Canaria logró anexionarse el municipio de San Lorenzo, ampliando su territorio hasta los límites con Arucas, Teror y Santa Brígida, que hasta entonces pertenecían a esta localidad.

    El historiador Juan Francisco Santana recoge en su libro Historia del municipio de San Lorenzo todos los acontecimientos que se vivieron para la anexión de los dos ayuntamientos una vez finalizada la Guerra Civil, en la que el gobernador civil, Antonio García López, consiguió tras dos años de lucha que el municipio capitalino se apoderara de los territorios de San Lorenzo, que desde 1681 era independiente.

    El anexionado municipio tenía una superficie que llegaba desde la playa de Las Canteras -a la altura de Peña La Vieja-, pasando por el Castillo de Mata hasta el barranco Guiniguada por la parte este; mientras que por el centro limitaba con los municipios de Arucas, Teror, Santa Brígida y Las Palmas de Gran Canaria. El autor del libro recuerda que "algunas personas mayores aún hoy llaman a la playa de Las Canteras la playa de Tamaraceite, ya que la mitad pertenecía a San Lorenzo de Tamaraceite".

    ANEXIÓN A LA FUERZA. Desde 1937, una vez comenzada la Guerra Civil, el gobernador civil intentó la anexión. "Antonio García López sustituyó al alcalde y a los concejales por otros más a su medida, más analfabetos y pobres de argumentos, para poder conseguir de esta manera la anexión de los dos municipios", comenta Santana. "Ya desde el siglo XIX", añade, "siempre quiso agregarse el municipio, pero no fue hasta 1939 cuando el Ayuntamiento de San Lorenzo recibía presiones por todas las partes, desde el Cabildo al Gobierno Civil, Sanidad y Hacienda. Finalmente el gobernador civil dejó una pistola en la mesa y logró que los concejales, atemorizados, aceptaran la unión", señala. "Desde entonces sólo han pasado 67 años, y aquel miedo escénico aún calaba en las personas mayores que hasta hace poco tiempo no querían hablar del tema, sobre todo porque recordaban que cinco personas que pertenecieron al Ayuntamiento comunista, y a las que se les había dado el perdón, fueron fusiladas. Ahora estamos intentado recuperar la historia de San Lorenzo y que la gente sepa, y tenga un apoyo real, sobre el pasado del pueblo, que llegó a ser un municipio independiente y sufrió una anexión ilegal". Para el autor de la obra, documentarse sobre la historia no ha sido nada fácil, debido principalmente a que se han perdido numerosos documentos. "He tenido que buscar entre los bajos del archivo del Ayuntamiento o en la iglesia, y he encontrado documentos escondidos entre papeles, lo que me ha permitido recopilar más datos para el segundo libro".

    Actualmente, y con motivo de los festejos de San Lorenzo, Juan Francisco Santana saca un nuevo ejemplar, Notas sobre San Lorenzo de Tamaraceite, que es una reflexión sobre el nombre del pueblo que se remonta a la mitad del siglo XVII, cuando se construyó la ermita del señor de San Lorenzo. Esto supuso cambiar su nombre de Lugarejo, que era como se denominaba hasta entonces por sus canteras, por el de San Lorenzo de Tamaraceite debido al patrón.

Alberto Castellano LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
LA PROVINCIA - 9 de Agosto de 2006

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