Un amigo de profesión, especialista en Lengua y Literatura, me inspiró a la hora de hacer este artículo, debido a la curiosidad que le supuso el que un pequeño documento, en apariencia de poca importancia, diera para hacer un estudio de población en ausencia de otra información o documento. La historia, en muchas ocasiones, cuando se carece de información para algunos períodos, debe acudir a cualquier documento o ciencia auxiliar de la historia.
Buscando información me encontré con un pedacito de cuartilla, que textualmente decía: “Padrón que contiene los vecinos que se han confesado en esta Ermita de Tenoya, especificándose los que se han confesado con una cruz y los que no en blanco”.
Para poder averiguar la fecha en que había sido elaborado el documento busqué en los libros de difuntos hasta dar con la gente que aquí se mencionaba. Por ejemplo María Henríquez muere el 8 de julio de 1822 a los diecinueve años, vivía sola debido a la muerte de sus padres y es por ello que en el padrón aparece como una unidad familiar; el caso de D. Nicolás Acosta es otro de los personajes que aparecen citados, que casado con Dª. María Antonia Díaz se enterró el 26 de abril de 1837; Fernando Medina viudo de 60 años murió el 21 de noviembre de 1848 e Isabel Naranjo, célibe de 71 años moría el 20 de noviembre de 1853.
De esos datos se deduce que el padrón es anterior a la fecha más temprana, como es la de la muerte ocurrida en 1822 y al ser una joven de 19 años pues estaría situado en los primeros años del siglo XIX. Las líneas horizontales separan las diferentes unidades familiares, la letra M significa el parentesco de esposa, la letra H la de hijos, con una cruz los elementos que acuden a confesar y los que no la tienen no llevan a cabo este sacramento.
En el referido padrón aparecen:
Es muy curioso que los matrimonios sin hijos sean doce y los que tienen hijos trece, por lo que casi un 50% de los matrimonios o no tuvieron descendencia o ya su descendencia se había emancipado. También es de destacar que las unidades familiares de un solo miembro, sean mujeres en todos los casos, posiblemente en gran parte debido al fenómeno de la emigración hacia el continente americano.
Volviendo a uno de los personajes citados anteriormente también nos aporta el documento otro dato curioso cual es la información de uno de los alcaldes del Municipio de San Lorenzo, concretamente se trata de D. Nicolás Acosta Ponce, que fue alcalde de San Lorenzo en el año 1822, dándonos un nuevo nombre de un político para el barrio de Tenoya. También podemos ver como estaba compuesta su familia en aquel entonces, con su esposa Dª María y su hijo D. Nicolás. También nos muestra este extraordinario documento las tres familias más influyentes de Tenoya, tratadas con el don, que son la familia de los Lezcano, la de los Acosta y la de los Cabrera. Estas tres familias aportaron al Municipio de San Lorenzo no sólo alcaldes sino también diputados, síndicos personeros y fieles de fechos (escribanos de hechos o secretarios) a lo largo de su historia.
Cuando un historiador se encuentra con este tipo de documentos, sin fechar, debe sacarle el máximo partido y este pequeño trabajo es un ejemplo de ello. Se debe contrastar y luego ir a otro tipo de documentos que nos puedan aportar datos de los personajes, en este caso, o de hechos que en el mismo se encuentren reflejados para que, en primer lugar, podamos situarlo en el tiempo y luego estudiarlo. En él se nos pueden aportar datos sobre la estructura de la población, del número de hijos de las familias, de los emigrantes, de los personajes más importantes y de la religiosidad de los habitantes, y otros muchos datos, según el tipo de documento. Este artículo sólo pretende dar algunas orientaciones sobre una metodología de trabajo.
Anverso del padrón de los fieles de Tenoya. Primera mitad del siglo XIX.
Buscando información me encontré con un pedacito de cuartilla, que textualmente decía: “Padrón que contiene los vecinos que se han confesado en esta Ermita de Tenoya, especificándose los que se han confesado con una cruz y los que no en blanco”.
Para poder averiguar la fecha en que había sido elaborado el documento busqué en los libros de difuntos hasta dar con la gente que aquí se mencionaba. Por ejemplo María Henríquez muere el 8 de julio de 1822 a los diecinueve años, vivía sola debido a la muerte de sus padres y es por ello que en el padrón aparece como una unidad familiar; el caso de D. Nicolás Acosta es otro de los personajes que aparecen citados, que casado con Dª. María Antonia Díaz se enterró el 26 de abril de 1837; Fernando Medina viudo de 60 años murió el 21 de noviembre de 1848 e Isabel Naranjo, célibe de 71 años moría el 20 de noviembre de 1853.
De esos datos se deduce que el padrón es anterior a la fecha más temprana, como es la de la muerte ocurrida en 1822 y al ser una joven de 19 años pues estaría situado en los primeros años del siglo XIX. Las líneas horizontales separan las diferentes unidades familiares, la letra M significa el parentesco de esposa, la letra H la de hijos, con una cruz los elementos que acuden a confesar y los que no la tienen no llevan a cabo este sacramento.
En el referido padrón aparecen:
- 91 personas.
- 33 unidades familiares.
- 54 personas que confiesan.
- 37 personas que no confiesan.
- 3 personas que viven solas.
- 12 matrimonios sin hijos.
- 6 matrimonios con un solo hijo.
- 2 matrimonios con dos hijos.
- 3 matrimonios con tres hijos.
- 1 matrimonio con cuatro hijos.
- 1 matrimonio con cinco hijos.
Es muy curioso que los matrimonios sin hijos sean doce y los que tienen hijos trece, por lo que casi un 50% de los matrimonios o no tuvieron descendencia o ya su descendencia se había emancipado. También es de destacar que las unidades familiares de un solo miembro, sean mujeres en todos los casos, posiblemente en gran parte debido al fenómeno de la emigración hacia el continente americano.
Volviendo a uno de los personajes citados anteriormente también nos aporta el documento otro dato curioso cual es la información de uno de los alcaldes del Municipio de San Lorenzo, concretamente se trata de D. Nicolás Acosta Ponce, que fue alcalde de San Lorenzo en el año 1822, dándonos un nuevo nombre de un político para el barrio de Tenoya. También podemos ver como estaba compuesta su familia en aquel entonces, con su esposa Dª María y su hijo D. Nicolás. También nos muestra este extraordinario documento las tres familias más influyentes de Tenoya, tratadas con el don, que son la familia de los Lezcano, la de los Acosta y la de los Cabrera. Estas tres familias aportaron al Municipio de San Lorenzo no sólo alcaldes sino también diputados, síndicos personeros y fieles de fechos (escribanos de hechos o secretarios) a lo largo de su historia.
Cuando un historiador se encuentra con este tipo de documentos, sin fechar, debe sacarle el máximo partido y este pequeño trabajo es un ejemplo de ello. Se debe contrastar y luego ir a otro tipo de documentos que nos puedan aportar datos de los personajes, en este caso, o de hechos que en el mismo se encuentren reflejados para que, en primer lugar, podamos situarlo en el tiempo y luego estudiarlo. En él se nos pueden aportar datos sobre la estructura de la población, del número de hijos de las familias, de los emigrantes, de los personajes más importantes y de la religiosidad de los habitantes, y otros muchos datos, según el tipo de documento. Este artículo sólo pretende dar algunas orientaciones sobre una metodología de trabajo.
Juan Francisco Santana Domínguez
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