El cáliz realizado por Alonso de Ayala y Rojas para la Parroquia de San Lorenzo.
Los objetos de culto que conserva la Parroquia de San Lorenzo son diversos y de un valor artístico incalculable, son tesoros relacionados con sus 364 años de existencia. En este trabajo vamos a hacer referencia a uno de sus hermosos e interesantes cálices. Debemos remontarnos a finales del siglo XVII y así veremos como el 30 de junio de 1694 llega a manos de el Doctor D. Pedro Herrera y Córdoba, canónigo de la Catedral, una donación que entrega al primer cura de la Parroquia de San Lorenzo, Juan González Travieso. Se trataba de dos cálices, uno de filigrana(que pasaría a ser la joya más admirada de cuantas han llegado a San Lorenzo) y otro de plata maciza con sus patenas y copas doradas, además de una campanilla del mismo material. La condición era que todo ello sería para usarlo en el altar de San Lorenzo, siendo los donantes los hermanos D. Pedro y D. Carlos Fernández del Campo, residentes respectivamente en Cádiz y en Sevilla, siendo el primero el donante del cáliz de filigrana y de la campanilla y el segundo el del realizado en plata maciza. [1]
Los objetos de culto que conserva la Parroquia de San Lorenzo son diversos y de un valor artístico incalculable, son tesoros relacionados con sus 364 años de existencia. En este trabajo vamos a hacer referencia a uno de sus hermosos e interesantes cálices. Debemos remontarnos a finales del siglo XVII y así veremos como el 30 de junio de 1694 llega a manos de el Doctor D. Pedro Herrera y Córdoba, canónigo de la Catedral, una donación que entrega al primer cura de la Parroquia de San Lorenzo, Juan González Travieso. Se trataba de dos cálices, uno de filigrana(que pasaría a ser la joya más admirada de cuantas han llegado a San Lorenzo) y otro de plata maciza con sus patenas y copas doradas, además de una campanilla del mismo material. La condición era que todo ello sería para usarlo en el altar de San Lorenzo, siendo los donantes los hermanos D. Pedro y D. Carlos Fernández del Campo, residentes respectivamente en Cádiz y en Sevilla, siendo el primero el donante del cáliz de filigrana y de la campanilla y el segundo el del realizado en plata maciza. [1]
En esta entrega haremos hincapié en la donación hecha por D. Carlos Fernández del Campo. Sería la del cáliz de plata maciza que hoy encontramos en la Iglesia de San Lorenzo, en el que podemos apreciar una inscripción que dice: ”El Alferes Alº de Ayala Me fecit", siendo este platero el primero de los orfebres canarios que se sabe que tenía costumbre de firmar sus obras. Su producción conocida data de los años 1654 a 1662, siendo por aquellos años cuando hizo el cáliz de San Lorenzo, la obra que entre su producción acusa un mayor arcaismo en su decoración repujada, " ... sorprende por la agilidad de su dibujo más que por el acabado de su cincelado, no faltando las siluetas escurialenses en su nudo de jarrón semiovoide y la separación de planos horizontales”. [2]
Este cáliz fue llevado a Sevilla por el donante D. Carlos Fernández del Campo y luego lo envió de nuevo a Gran Canaria, concretamente desde Cádiz, el día 4 de junio de 1694, dentro de un cajoncito que fue traído por su primo D. Francisco de Castro Ocaña.
El nombre completo del autor de este cáliz es Alonso de Ayala y Rojas, y entre sus obras están la lámpara del Santísimo de la Iglesia Parroquial de Arucas del año 1655, así como otra que hizo para la Catedral de Las Palmas que se encuentra en la Capilla de San José, exactamente sobre los restos del insigne Viera Y Clavijo, que data del año 1656, pero la obra más notable es el Relicario que custodia el cráneo de San Joaquín, en la misma Catedral, realizada en el año 1657. Este orfebre tenía su taller en la ciudad de Las Palmas.
Con este trabajo se pretende no sólo sacar a la luz los tesoros artísticos del Municipio de San Lorenzo y su Jurisdicción sino que nuestro pueblo sea consciente de la importancia de su extraordinario patrimonio artístico y cultural y así crear conciencia de pertenencia a un Pueblo que desea recuperar el sitio que nunca debió perder en la geografía insular.
*Este trabajo, con algunas modificaciones, es parte del libro “Historia del Municipio San Lorenzo de Tamaraceite: Recuperando la Memoria Histórica”, del mismo autor
[1] Ibídem. fs. 28v-29r.
[2] HERNÁNDEZ PERERA, J.: Orfebrería de Canarias. p. 218. Madrid. 1955.
Este cáliz fue llevado a Sevilla por el donante D. Carlos Fernández del Campo y luego lo envió de nuevo a Gran Canaria, concretamente desde Cádiz, el día 4 de junio de 1694, dentro de un cajoncito que fue traído por su primo D. Francisco de Castro Ocaña.
Cáliz del siglo XVII, realizado por el platero y orfebre Alonso de Ayala y Rojas. En el pie se puede ver el nombre de su creador. Lámina del autor del trabajo.
El nombre completo del autor de este cáliz es Alonso de Ayala y Rojas, y entre sus obras están la lámpara del Santísimo de la Iglesia Parroquial de Arucas del año 1655, así como otra que hizo para la Catedral de Las Palmas que se encuentra en la Capilla de San José, exactamente sobre los restos del insigne Viera Y Clavijo, que data del año 1656, pero la obra más notable es el Relicario que custodia el cráneo de San Joaquín, en la misma Catedral, realizada en el año 1657. Este orfebre tenía su taller en la ciudad de Las Palmas.
Con este trabajo se pretende no sólo sacar a la luz los tesoros artísticos del Municipio de San Lorenzo y su Jurisdicción sino que nuestro pueblo sea consciente de la importancia de su extraordinario patrimonio artístico y cultural y así crear conciencia de pertenencia a un Pueblo que desea recuperar el sitio que nunca debió perder en la geografía insular.
Juan Francisco Santana Domínguez
*Este trabajo, con algunas modificaciones, es parte del libro “Historia del Municipio San Lorenzo de Tamaraceite: Recuperando la Memoria Histórica”, del mismo autor
[1] Ibídem. fs. 28v-29r.
[2] HERNÁNDEZ PERERA, J.: Orfebrería de Canarias. p. 218. Madrid. 1955.