El sábado día 10 de noviembre, a las 19:30, he sido invitado a dar una charla sobre la historia del barrio de Las Torres en el Salón Parroquial, siendo una ocasión muy importante para hacer llegar una historia desconocida para sus moradores, porque en ella rescataremos del olvido topónimos y hechos que se han dado en el pasado y que la población actual desconoce. Posiblemente sea una reunión de amigos, de unas pocas personas interesadas en el tema o simplemente se trate de una deferencia hacía el cura párroco, que es el que las organiza, de algunos de sus feligreses, pero es nuestro deber estar allí aunque sólo se trate de un oyente porque es una ocasión única de acercar la historia de San Lorenzo a uno de sus lugares de otrora y que la gente no imagina que cuando se hable de Las Torres hay que hablar de San Lorenzo porque esta zona era llamada San Lorenzo o también Los Lomos de Tamaraceite hasta hace tan sólo sesenta años, tiempo insignificante desde el punto de vista histórico.
Es una obligación moral que tantos años de silencio se rompan y la gente empiece a conocer la verdadera historia y no que crea que sólo es historia Vegueta y sus alrededores. Esta zona hasta hace pocos años fue un campo de tomateros, abandonado a su suerte, sólo recorrida por la acequias que conectaban a la zona alta con la necesidad de la zona baja de recibir sus interesadas y necesarias aguas.
Es una obligación moral que tantos años de silencio se rompan y la gente empiece a conocer la verdadera historia y no que crea que sólo es historia Vegueta y sus alrededores. Esta zona hasta hace pocos años fue un campo de tomateros, abandonado a su suerte, sólo recorrida por la acequias que conectaban a la zona alta con la necesidad de la zona baja de recibir sus interesadas y necesarias aguas.
Veremos como hasta los comienzos de los años sesenta del siglo XX la reducida población del Lugar afrontaba los problemas de a diario con la entrega y el trabajo de su partera o de su sanadora. Veremos como una pequeña escuela, que a la vez hacía de iglesia y situada en El Cardón, daba cabida a los niños del entorno y respondía a las necesidades de los fieles los días de fiesta en que venía el cura de Tamaraceite.
Compartiremos nuestros conocimientos de las primeras empresas localizadas en estos alrededores y como no, haremos mención a un lugar en el que se desarrollaron unos hechos, en el ya alejado siglo XV, en donde se enfrentaron europeos contra canarios en este Lugar en el que queremos hacer un acercamiento a nuestra historia.
Sólo sumar una persona sería el comienzo de un recordar necesario para así poder recuperar el sentimiento de pertenencia que se ha ido desvaneciendo por el paso del tiempo y del insano interés. El llegar nuevo a un lugar no significa que su historia sea algo que no interese porque en la mayoría de las ocasiones son esos nuevos habitantes los que abanderan su importancia y la necesidad de recuperarla.
Juan Francisco Santana Domínguez
Doctor en Historia
Doctor en Historia