Comienzo este artículo diciendo que no sé cual de los equipos de gobierno de Las Palmas de Gran Canaria son más especuladores, con un terreno que no es el suyo, sí los de la izquierda o los de la derecha. Me refiero a la enorme indignación que he sentido al enterarme sobre el nuevo plan fijado para una zona como es el Tamaraceite Sur. Cuando ya existía desde hace años un plan de corredor verde, el cual se han cargado, cuando la Cotmac había dicho que no a la masacre que se pretendía realizar en nuestro territorio, volvemos a lo de siempre, a fomentar más cemento y menos cerebro. Ni corredor verde, ni huertos urbanos, ni espacios comunes que den calidad de vida a nuestros vecinos ni ¡la madre que los parió!... ¿Qué Compromiso debe tener la señora Nardy Barrios y el Psoe con don Jerónimo Saavedra con Tamaraceite y con la memoria del municipio de San Lorenzo? ¿Dónde quedaron los miles de árboles que iban a plantar, y todas las medidas medioambientales que iban a tomarse para regenerar la zona? y yo digo ¿el no hacer dichas actuaciones no se pueden denunciar, ante un tribunal ya que las hicieron por escrito y firmadas?

¿Pero qué hay detrás de todo esto?

Nos encontramos con otra corporación que especula con unos terrenos que a la falta de ideas para salir de la crisis, realizan nuevamente una gran especulación con unos terrenos que no son suyos, que son nuestros, del municipio de San Lorenzo. Volvemos a ser de nuevo la salvación de la capital debido a sus crecientes deudas, la venta de nuestras ilusiones se materializan en millones sobre la mesa que le vienen muy bien a un ayuntamiento capitalino desastrosamente gestionado, criado entre algodones pero con pies de barro, que se hunde a la menor incidencia. 

No planean sólo viviendas, que pretextarán por la gran demanda del sector en Las Palmas, pero sin acompañarlas de dotaciones sociales, sino además un gran centro comercial que acabará de hundir la zona comercial abierta, de pequeños y medianos empresarios. Cientos de familias arruinadas en favor de grandes inversionistas, miles de familias en viviendas de V.P.O cuyos habitantes gastarán lo poco que ganen en la gran superficie y que seguirán atestando ya los insuficientes  servicios que ofrece el centro de salud de Tamaraceite, las guarderías, centros escolares e institutos ya de por sí ampliamente masificados y obsoletos que seguirán trabajando a pleno rendimiento como si de nuevos se tratara. La pescadilla que se muerde la cola, y se seguirán por tanto añadiendo más problemas sociales, en una zona con mayor incidencia de paro juvenil y menos recursos, en una zona -en definitiva- dejada de la mano de Dios y del Espíritu Santo a pesar del trabajo de muchos por intentar mejorar nuestra calidad de vida.  Pensar en todo esto me hace acordarme en la noche del 31 de diciembre de 1939 cuando Las Palmas de Gran Canaria creció en 51 Km2 haciendo desaparecer el municipio de San Lorenzo y perdiendo su titularidad como tal. Cuando leo el atropello perpetrado contra la voluntad ciudadana de Tamaraceite Sur, no puedo dejar de pensar que sin esa fatídica noche, mi municipio hubiera seguido existiendo y su gestión sería muy distinta a la actual. Aún hoy en día siento mi libertad mermada porque no puedo decidir sobre cual debe ser el posicionamiento de mi ayuntamiento (el de San Lorenzo).

Se busca además con esta decisión, cuando ya se encontraba aceptado lo del corredor verde y Apetama ya había apostado por llevar a cabo todo un proyecto medioambiental sostenible del que el consistorio participaba, callar de una forma radical a las asociaciones vecinales y numerosos colectivos que exigen a un Ayuntamiento usurpador los derechos que durante años le han sido denegados, creando barrios dormitorio donde los individuos no se impliquen en la vida social del mismo y que en muchos casos no quieren, ni desean, conocer la historia del lugar donde viven. Personalmente, yo ante este hecho llamo a la sublevación de las AA. VV., colectivos sociales, así como a los pequeños y medianos empresarios de Tamaraceite diciendo: ¡NO al cemento, a la Opresión y al Colonialismo de un Ayuntamiento que es impopular, que hace cada día más por la desunión, que por la unión entre los vecinos! ¿por qué no se expande hacía la Isleta que tiene muchas más casas abandonadas y tapiadas, al igual que en la propia ciudad?, ¿Por qué en vez de hacer grandes moles de cemento para intereses particulares, no estudian como dotar de más medios al Centro de Salud de Tamaraceite?, ¿O se realiza en el vetusto centro de exámenes de tráfico un puesto avanzado de primeros auxilios, donde en menos de diez minutos se ponga en cualquier parte de los núcleos poblacionales de la zona una ambulancia, un coche de bomberos, protección civil o una patrulla de la policía nacional o local según haga falta? Eso sí es dar respuesta a los vecinos, y no construir grandes moles de cemento.

Así  pues, como digo siempre para mis adentros y hoy lo hago a boca llena:

¡Señores ustedes mismos, y que repartan suerte, porque el dinero se lo llevan otros!

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