Un pequeño documento nos puede aportar una información muy diversa, y así disponemos de una noticia sobre el Puente de Tamaraceite que data del día uno de noviembre del año 1879. Se trata de una importantísima reseña en donde podemos extraer datos de diversa índole.
Alrededores del Puente. Palmeral típico de la Zona. Foto del autor del trabajo
En primer lugar se nos dice que varios vecinos de Tamaraceite se personaron en las Casas Consistoriales y manifestaron al Ayuntamiento de San Lorenzo los perjuicios que les había causado las aguas del último temporal, ocurrido los días 18 y 20 de octubre del citado año, “que las aguas habían pasado por encima del Puente de Tamaraceite más de dos metros, debido a que dicho puente no tenía suficiente con el solo ojo del que disponía. Por ello pedían, para que no volviera a repetirse, que se emprendieran unas obras en el mencionado Puente, construyendo otro ojo para que así se evitaran tales desgracias”.
Zona del Puente de Tamaraceite hace unos años. Foto del autor del trabajo.
El hecho fue tomado muy en serio y el Ayuntamiento, presidido por el Alcalde Sebastián Cabrera Suárez, acordó que de forma inmediata se trasladara un oficio al Subgobernador del Distrito para que se consiguieran ayudas a tal respecto. También solicitaron ayudas al Gobierno Central de su Majestad para que les ayudara por las ruinas ocasionadas por los temporales de agua y se les concediera abordar la citada obra pública en la que se daría ocupación a los necesitados braceros del pueblo.
Vemos que la cantidad de agua caída en aquellas fechas fue sustanciosa para el lugar y los cultivos que se daban en los alrededores. No podemos olvidar la importancia económica de los terrenos contiguos de la Mayordomía y la Dehesa del Rey. También podemos apreciar las necesidades de una población empobrecida, en la que destacaban el gran número de braceros o jornaleros no especializados que alquilaban la fuerza de sus manos para llevar a cabo diferentes labores, en este caso, casi exclusivamente, relacionadas con las labores relacionadas con la agricultura.
El Puente de Tamaraceite se encuentra entre Las Casas de Abajo y La Mayordomía, lugares de gran interés histórico, antropológico, natural e incluso tenemos ejemplos arquitectónicos notables, en estado lamentable de conservación, que claman una urgente intervención. Muy cercano al Puente también se encontraba el lavadero de piedras grises, en el que las tamaraceiteras se arrodillaban para llevar a cabo su dura labor. Estos lavaderos fueron muy utilizado por las mujeres de los alrededores, lugar entrañable y típico hasta bien avanzado el siglo XX, en donde se podían ver la típicas lavadoras con las cestas de ropa a la cabeza, acompañadas por sus pequeños. Esta actividad la hacían no sólo para llevar a cabo la limpieza de las ropas de sus propios hogares sino para llevar a cabo una actividad económica que les reportaba una ayuda a sus empobrecidas casas de familias, aportando un pequeño sueldo adicional, encargándose de lavar la ropa de familias pudientes del Lugar y de familias de la Capital. En ocasiones las ropas traídas desde la Ciudad supusieron brotes de enfermedades como las fiebres tifoideas y otras semejantes que asolaron parte de la población de nuestro Municipio, principalmente haciendo incidencia en las zonas de asentamientos obreros, como La Montañeta. Hace unas fechas me decían que sería posible recuperar aquellos lavaderos de la entrada de Tamaraceite, recordados por las ropas blancas tendidas en el Barranco y también por la numerosa espuma y por las cestas de mimbre, cargadas de ropa. Sería un gran acierto sacar de nuevo a la luz aquellos famosos lavaderos.
Juan Francisco Santana Domínguez
Doctor en Historia