Siguiendo con la línea de dar a conocer a nuestros alcaldes hoy le ha tocado el turno a uno de aquellos primeros hombres que dedicó parte de su vida a la labor pública, a ser el representante más significativo de su Pueblo.

Salvador González Falcón[1] desempeñó la labor, al menos, durante tres años. Fue Alcalde del Lugar de San Lorenzo de Tamarasaite en los años 1673, 1677 y 1678, sin que se pueda descartar que llevó a cabo esa función en otros momentos. Por aquellos años se tendía a ir acortando el nombre del Lugar y en vez de llamarlo San Lorenzo de Tamarasaite, por comodidad y por ahorro de lenguaje, fue desapareciendo la coletilla de Tamarasaite quedándose tan sólo con San Lorenzo. Este hecho no se debió a nadie en particular sino que fue el propio pueblo, sin tenerlo en cuenta y sin ningún tipo de interés,  el que fue cambiando aquel primitivo y acertado topónimo.

De la documentación encontrada se desprende que se dedicaba a las labores relacionadas con la tierra. En el año 1673 Pedro Pérez, labrador y vecino del mismo Lugar de San Lorenzo, como arrendador mayor de la Dehesa de Tamarasaite, que pertenecía al Presidio de la Isla, le arrendaba al Alcalde Salvador González Falcón[2], el día 6 de agosto de 1673, una suerte de tierras labradías en la citada Dehesa, en los Llanos “que dicen de González”, que es la suerte de tierras del medio, que eran cuatro fanegadas y media por el precio de 24 reales cada año. Lo firmó el Alcalde.

Firma de Salvador González Falcón del año 1673

Hemos podido ver otra de sus firmas en un documento que realizó ante el escribano Andrés Álvarez de Silva el día 5 de diciembre de 1685. En el mismo podemos leer que era labrador y vecino del Lugar de San Lorenzo[3]. Estaba casado con Dª Leonor González de Quintana y vivían en el Laurelal (en otros documentos y otras fechas aparece como Laurelar).

Firma de Salvador González Falcón del año 1678

Allí, en el Laurelal, tenían doce fanegadas de tierras labradías y su propio manantial o fuente, textualmente el escribano lo describe “y su casa habitación, así como de un chorro de agua que nacía en las mismas tierras y lindaban por la parte de abajo con el Monte de dicho Laureral y por otra parte las tierras de Antonio Hernández Correa y por arriba se encontraba el Lomo partiendo de las aguas vertientes y por la otra tierras del Capitán Juan de Quintana, nuestro suegro, que las divide un Barranquillo y es pieza dotal de mi esposa, las cuales compró mi suegro a Francisco Ximénez y Juan Ximénez en el año 1651. Con este dinero que pido quiero comprar una suerte a Antonio de Quevedo y a Agustina Báez en el término del Laurelal, en el Llano que dicen de Andrés García”.

Se ve que el matrimonio estaba muy apegado a aquellas tierras del Laurelal. Firmó el Alcalde del Lugar de San Lorenzo de Tamarasaite el día 10 de enero del año 1678 pero no lo supo hacer su esposa[4]. Las tierras que compraron al citado matrimonio, que eran vecinos de Teror,  lindaban por la parte de arriba con La Hoya de La Palma.

El día 12 de octubre del año 1677 en una venta de tierras en Las Morenas, término del Lugar de San Lorenzo, se dice que Salvador González Falcón, alcalde del Lugar , tenía unas tierras que lindaban por la parte de arriba con las de aquella venta. De forma curiosa cada dato que se puede ir encontrando nos aporta un rico patrimonio toponímico que, en ocasiones, ha desaparecido del entorno actual y en otras vemos como aquellos viejos topónimos siguen perdurando.

No podemos creer que con estos datos se hace justicia y se cierra la labor de investigación, de ordenación y de dar a conocer a este hombre porque lo realizado sólo es el principio de un estudio en mayor profundidad, como en el caso de los otros alcaldes ya trabajados.

Juan Francisco Santana Domínguez

Notas:
[1]  Ver libro del mismo autor del presente trabajo “Los Alcaldes del Municipio de San Lorenzo”. Año 2009.
[2]  A.H.P.L.P. Diego Álvarez de Silva Nº 1.288, fs: 221r-221v.
[3]  A.H.P.L.P. Andrés Álvarez de Silva. Nº 1447, fol. 248r-248v.
[4]  A.H.P.L.P. Melchor Gumiel de Narváez. Nº 1.386, fs: 4r-12r.

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